Otra novedad prevista por el plan de reordenamiento de tránsito anunciado por el gobierno porteño, siempre con el propósito de favorecer al transporte público de pasajeros, reside en la oferta de un servicio de ómnibus articulados con capacidad para 250 pasajeros que correrían, en principio, por los carriles centrales de la avenida Juan B. Justo, entre Liniers y Palermo, en ambos sentidos.
El sistema ya fue aplicado con éxito en varias ciudades de América latina, explicaron en la Dirección General de Transporte de la ciudad a LA NACIÓN; se lo conoce como BRT, por sus siglas en inglés ( bus rapid transit ), y funciona en Quito, Guayaquil, Bogotá, San Pablo, Curitiba y varias ciudades de México.
De los seis carriles que posee la avenida Juan B. Justo, las unidades articuladas circularían por los dos del medio y los pasajeros ascenderían a ellas por una plataforma central única. Tendrían, según estimaciones oficiales, paradas cada 500 o 600 metros aproximadamente.
Fuentes de la Dirección General de Transporte porteña confiaron a LA NACION que este sistema podría entrar en funcionamiento en un plazo que varía entre los seis meses y el año. La rapidez en la instrumentación, explicaron, resulta una gran ventaja comparativa respecto de la construcción de la línea transversal de subte I, prevista para unir Plaza Italia con Parque Chacabuco.
"Además, el costo de la inversión sería del 3 por ciento de lo que demandaría un nuevo subte", indicaron.
De cualquier manera, las fuentes mostraron moderación. Aclararon que poder poner en marcha este servicio entre Liniers y Palermo requiere algunos supuestos previos, que hoy no están asegurados: que las unidades tengan puertas sobre la izquierda. Los modelos articulados que actualmente emplea la línea 32 no las poseen; y que se llegue a una coordinación entre las dos empresas en danza (la 34 y las 166, que hoy cubren ese recorrido con unidades normales) para que no se sobrepasen.
El plan oficial reside en que la prueba piloto de esta modalidad de transporte sobre Juan B. Justo constituya un leading case que, si tiene éxito, permita luego su aplicación en otras avenidas.
Como se necesita un ancho mínimo de calzada de 22 metros (para asegurar dos carriles para los articulados, dos para el resto del tránsito en un sentido y dos para otros vehículos en sentido contrario), el sistema podría trasladarse a las avenidas del Bajo, 9 de Julio e Independencia, en el mejor de los casos.
Fuente: Diario La Nación
El sistema ya fue aplicado con éxito en varias ciudades de América latina, explicaron en la Dirección General de Transporte de la ciudad a LA NACIÓN; se lo conoce como BRT, por sus siglas en inglés ( bus rapid transit ), y funciona en Quito, Guayaquil, Bogotá, San Pablo, Curitiba y varias ciudades de México.
De los seis carriles que posee la avenida Juan B. Justo, las unidades articuladas circularían por los dos del medio y los pasajeros ascenderían a ellas por una plataforma central única. Tendrían, según estimaciones oficiales, paradas cada 500 o 600 metros aproximadamente.
Fuentes de la Dirección General de Transporte porteña confiaron a LA NACION que este sistema podría entrar en funcionamiento en un plazo que varía entre los seis meses y el año. La rapidez en la instrumentación, explicaron, resulta una gran ventaja comparativa respecto de la construcción de la línea transversal de subte I, prevista para unir Plaza Italia con Parque Chacabuco.
"Además, el costo de la inversión sería del 3 por ciento de lo que demandaría un nuevo subte", indicaron.
De cualquier manera, las fuentes mostraron moderación. Aclararon que poder poner en marcha este servicio entre Liniers y Palermo requiere algunos supuestos previos, que hoy no están asegurados: que las unidades tengan puertas sobre la izquierda. Los modelos articulados que actualmente emplea la línea 32 no las poseen; y que se llegue a una coordinación entre las dos empresas en danza (la 34 y las 166, que hoy cubren ese recorrido con unidades normales) para que no se sobrepasen.
El plan oficial reside en que la prueba piloto de esta modalidad de transporte sobre Juan B. Justo constituya un leading case que, si tiene éxito, permita luego su aplicación en otras avenidas.
Como se necesita un ancho mínimo de calzada de 22 metros (para asegurar dos carriles para los articulados, dos para el resto del tránsito en un sentido y dos para otros vehículos en sentido contrario), el sistema podría trasladarse a las avenidas del Bajo, 9 de Julio e Independencia, en el mejor de los casos.
Fuente: Diario La Nación