Encontrar trabajo no es tarea fácil. Largas colas para un único puesto, semanas de búsqueda constante y sin mucho éxito, altas tasas de desocupación entre los más jóvenes, son el común denominador en el mercado de trabajo mundial. Es cierto que en algunas regiones del mundo encontrar trabajo se hace más difícil que en otras, pero de lo que no hay duda es que el desempleo es un problema global.
Así lo indica el informe "Tendencias del Empleo en el Mundo" de la Organización Mundial del Trabajo (OIT), donde se destaca que, pese al fuerte crecimiento económico global registrado en 2005, el número de personas sin empleo en el mundo ha crecido a 191,8 millones.
A lo largo del año, unas 2,2 millones de personas en el mundo se sumaron a las filas de desempleados.
A lo largo del año, unas 2,2 millones de personas en el mundo se sumaron a las filas de desempleados.
Es cierto que en algunas regiones del mundo encontrar trabajo se hace más difícil que en otras, pero de lo que no hay duda es que el desempleo es un problema global. Según el informe, el crecimiento económico de 2005, de un 4,3% calculado por el Fondo Monetario Internacional (FMI), no alcanzó para compensar el aumento en la cantidad de personas que buscan trabajo.
Es decir, la economía, aunque se aceleró y generó empleo (el número de personas con empleo creció 10 millones por cada punto porcentual de crecimiento en 2005), no fue capaz de crear puestos de trabajos para todos los que salieron a buscarlo. Esa dualidad explica por qué la tasa de desempleo mundial resultó sin variaciones en el 2005, al ubicarse en 6,3% por segundo año consecutivo, aunque haya aumentado el número de desempleados.
El informe destaca que la productividad laboral mundial ha crecido a una tasa promedio de 2% desde 1995, mientras que la tasa de empleo lo hizo apenas en un 1,6% anual. Esta tendencia no sería mala noticia para los trabajadores si el aumento de la productividad conduce a un aumento en los salarios pero, según dice la OIT, la brecha entre los sueldos de los trabajadores altamente calificados y los no calificados es cada día más grande.
El fuerte crecimiento mundial tampoco logró mejorar la situación de los trabajadores más pobres ni aliviar el desempleo. América Latina y el Caribe es la región del mundo donde la falta de empleo se ha acelerado más.Si bien son menos que hace 10 años, todavía uno de cada cinco trabajadores en el mundo enfrenta la dura realidad de sobrevivir con menos de un dólar por día.
Y esto ocurre aún cuando la mayoría de ellos trabajan largas jornadas y, en muchos casos, bajo condiciones adversas.
El fuerte crecimiento mundial tampoco logró mejorar la situación de los trabajadores más pobres ni aliviar el desempleo. América Latina y el Caribe es la región del mundo donde la falta de empleo se ha acelerado más.Si bien son menos que hace 10 años, todavía uno de cada cinco trabajadores en el mundo enfrenta la dura realidad de sobrevivir con menos de un dólar por día.
Y esto ocurre aún cuando la mayoría de ellos trabajan largas jornadas y, en muchos casos, bajo condiciones adversas.
El crecimiento económico tampoco logró generar más puestos de trabajo para los más jóvenes. Según la OIT, los jóvenes de entre 15 y 24 años tienen tres veces más posibilidades que los adultos de no encontrar trabajo. Mientras que las mujeres continúan ganando menos que los hombres, fundamentalmente en regiones como África del Norte y el Medio Oriente, donde perciben un 40% menos que sus contrapartes. La falta de empleo es más evidente en las zonas menos desarrolladas del planeta. América Latina y el Caribe es la región del mundo donde la falta de empleo se ha acelerado más en el último año.
Conseguir trabajo se hace mucho más difícil para los jóvenes entre 15 y 24 años, según la OIT.El número de personas sin trabajo aumentó 1,3 millones entre 2004 y 2005, subiendo la tasa de desempleo a 7,7%. Le siguieron Europa Central, Oriental -a excepción de la Unión Europea- y las ex repúblicas soviéticas, con un crecimiento de dos décimas porcentuales a 9,7% en 2005.
Entre las tasas más altas de desempleo se encuentra Medio Oriente y África del Norte, con un 13,2% -un incremento de una décima porcentual con respecto a 2004-, mientras la más baja le corresponde al este asiático con un 3,8% -apenas sin cambios. En contrapartida, la tasa de desempleo se redujo en 2005 en las economías desarrolladas y en la Unión Europea, donde el desempleo disminuyó de 7,1% a 6,7% en 2005.
Conseguir trabajo se hace mucho más difícil para los jóvenes entre 15 y 24 años, según la OIT.El número de personas sin trabajo aumentó 1,3 millones entre 2004 y 2005, subiendo la tasa de desempleo a 7,7%. Le siguieron Europa Central, Oriental -a excepción de la Unión Europea- y las ex repúblicas soviéticas, con un crecimiento de dos décimas porcentuales a 9,7% en 2005.
Entre las tasas más altas de desempleo se encuentra Medio Oriente y África del Norte, con un 13,2% -un incremento de una décima porcentual con respecto a 2004-, mientras la más baja le corresponde al este asiático con un 3,8% -apenas sin cambios. En contrapartida, la tasa de desempleo se redujo en 2005 en las economías desarrolladas y en la Unión Europea, donde el desempleo disminuyó de 7,1% a 6,7% en 2005.
¿Qué hacer?
El informe de la OIT también destaca que en los últimos 10 años se ha registrado un cambio en las fuentes de trabajo a nivel mundial, que sigue la tendencia del éxodo del campo a la ciudad. Y es un crecimiento del total de empleos en el sector de los servicios que podrá llegar incluso a desplazar al agrícola en los próximos años.
Lo malo es que al llegar a la ciudad, esos trabajadores agrícolas se encuentran con condiciones iguales o peores a las que vivían en el campo y deben emplearse en el comercio informal u otros sectores que generan pocos ingresos, lo que agrava aún más sus condiciones de pobreza.
Las cifras de desempleo no hacen entonces más que mostrar que el crecimiento económico por sí solo no es suficiente para generar trabajo para todos. Es por eso que la puesta en práctica de estrategias de desarrollo y crecimiento que tomen en cuenta el cambio que ha ocurrido en las fuentes de trabajo en los últimos 10 años (el giro del agro a los servicios) y que busquen generar empleo decentes y de calidad, resultan fundamentales para reducir el desempleo en el mundo.
Fuente: por Mariana Martínez (BBC Mundo)