miércoles, 19 de junio de 2013

La CNEA insiste en la reapertura de la mina de uranio


La intención del gobierno nacional de construir una nueva central Atucha con la participación de empresarios rusos, reabre el debate sobre el futuro de la explotación de uranio en Argentina.

En contrapartida, los sanrafaelinos siguen reclamando la remediación de los pasivos contaminantes.

En las últimos días comenzó a hablarse de que empresarios rusos desembarcarían en el país para trabajar en nuevas centrales de energía nuclear, en el marco del "Plan Nuclear Argentino", un viejo anhelo del gobierno nacional que comenzó con la terminación de Atucha II y ahora plantea la construcción de una tercera central en Zárate (Bs.As.) y el reactor Carem en Formosa.

La firma estatal rusa Rosatom, quiere participar de la construcción de nuevas centrales nucleares de uso pacífico en la Argentina. En este sentido, en nuestro país avanza en estudios sobre la extracción de uranio, materia prima fundamental desarrollar de este tipo de energía.

Argentina importa uranio de Kazajstán y Europa del Este, pero los precios en alza hacen pensar a los empresarios en reactivar la actividad minera en el país a pesar de la fuerte resistencia ciudadana.
Cada vez que se habla de energía nuclear, los ojos se posan sobre el complejo de Sierra Pintada, que es uno de los que los posibles sectores a reactivar a pesar de que aún no se remedió el pasivo ambiental y existe una fuerte oposición vecinal.

Las iniciativas más impulsadas (por su cantidad de reservas) son Sierra Pintada y Cerro Solo en Chubut, ambas están vedadas para su explotación. La sanrafaelina por la contaminación, la legislación vigente y el fuerte rechazo a su reapertura y la chubutense por ley provincial.

El objetivo de producir uranio sigue vigente y hay varias propuestas en boga. Por citar algunos ejemplos aparecen Los Gitantes en Córdoba, Don Otto en San Carlos (Salta), el conocido Sierra Pintada o Cerro Solo, Chubut, todos ellos con fuerte rechazo de las poblaciones y tres de los cuatro con una gran deuda de pasivo ambiental.
La remediación "significará en un notable impulso a la reanudación de las tareas de exploración y producción de concentrado de uranio" explica Ricardo de Dicco de Centro Latinoamericano de Investigaciones Científicas y Técnicas dando muestras de las intenciones de reabrir estos proyectos antes de 2019, según el plan de la CNEA.

El lobby también incluye otros testimonios como el del ingeniero de APCEAN Agustín Arbor González quien señala que el yacimiento local "tiene 6.000 toneladas de uranio. La Central Nuclear Atucha-I y la Central Nuclear Embalse consumen, juntas, 120 toneladas por año aproximadamente. La Central de Atucha II demanda alrededor de 90 toneladas anuales adicionales. Así, las tres centrales nucleares consumirían aproximadamente 200 toneladas/año. Una cuenta muy simple me indica que 6.000 toneladas de uranio, dividido 200 toneladas/año de consumo, me da igual a 30 años de reservas, sólo con la mina de Sierra Pintada (…) sin embargo continúa sin producir uranio. Urge la necesidad de reactivar la mina de Sierra Pintada".

En el mismo sentido, Juan Carlos Ortiz de la Asociación Obrera Minera también habla a favor "en Sierra Pintada lo primero que se debe hacer es la remediación ambiental que corresponde y no lo podemos demorar más. Tenemos que ponernos todos los mendocinos de acuerdo en esto y ponerla en marcha porque necesitamos del uranio".

Vale destacar que a pesar del fuerte rechazo que genera este tipo de minería actualmente se están llevando a cabo prospección uranífera en Catamarca, Chubut, La Rioja, Mendoza, Salta y Santa Cruz.

Desde varios sectores sanrafaelinos se muestran en contra de la propuesta. La Asamblea del Agua de San Rafael se pronunció varias veces contra la reapertura de Sierra Pintada.  En uno de sus comunicados plantea que "el legado de los años de producción y posterior abandono por parte de la CNEA es un pasivo ambiental de gran envergadura, expresado en un cúmulo de residuos radioactivos (1.000 toneladas de desechos sólidos enterrados en 5.320 tambores y 1.700.000 colas de uranio) que deben ser remediados. De esta manera, ahora que la reactivación de la mina se encuentra en el centro de la escena, resulta imperioso e imprescindible hablar de la remediación de esos residuos".

"En el marco del modelo agro-minero existe una firme decisión de la Nación para acelerar la reapertura, por eso desde el ejecutivo provincial se planean distintas formas de retomar la extracción uranífera, pero un fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación que data de Diciembre de 2010 prohíbe la reapertura hasta tanto no esté concluida la remediación" destacan.

Al consultar a la Multisectorial del Sur, entidad pionera en la lucha contra Sierra Pintada, Ricardo Stradella dijo a nuestro diario que "nosotros seguimos sosteniendo que por sobre todas las cosas hay que remediar los pasivos ambientales".  "San Rafael nunca fue una zona minera, toda su existencia la basa en la fruta, el vino y el turismo y muy mal le puede venir que reabran la mina" expresó Stradella quien destacó que "primero que todo hay que remediar la zona. Después de eso se deberá ver que dice la sociedad sanrafaelina sobre la iniciativa".

"El tema está en la Corte Suprema y el Juez Federal determinó que había que arreglar los piletones por las pérdidas de material" recordó y de cara a futuro vaticinó que "habrá que ver que es lo que decide la justicia".

Fuente: Diario San Rafael

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