Fue construido desde cero con criterios sustentables. Tiene terraza verde, calefacción a través de paneles solares e iluminación Led. Mudarán allí un jardín maternal que está en el hospital Pirovano.
Fue a pedido de los vecinos de Belgrano y de las autoridades de la escuela, que necesitaban un lugar mejor para poder funcionar en un entorno saludable. Tardó un año en levantarse y cuando esté abierta –prometen que será después de las vacaciones de invierno– será la primera escuela construida desde cero con criterios sustentables: tiene, como novedad, una terraza verde para aislación térmica y absorción de agua de lluvia, un sistema de calentamiento por paneles solares, e instalaciones eléctricas con tecnología Led. Se suma así a una escuela secundaria de Palermo que fue restaurada con los mismo conceptos ecológicos. Además, hay otras dos en obra y otra en proceso de licitación.
La nueva, un jardín maternal que recibirá a bebés de 45 días hasta chicos de tres años, contará además con un SUM “verde” y patios de juegos con galerías cubiertas y descubiertas y hasta una zona para armar y cuidar una huerta propia.
El edificio, en Blanco Encalada al 3400 cerca de la estación Belgrano R, está casi terminado y cuenta con el aval de las autoridades de la escuela N°6, que funciona dentro del hospital Pirovano. Fundada para recibir a los hijos de los trabajadores de ese centro de salud, hoy ocupa un pequeño espacio, sin luz natural, dentro del hospital, exponiendo además a los chicos a los virus hospitalarios y a una rutina que puede resultar nociva por el entorno. Desde hace años que la directora y las maestras reclamaban un lugar más saludable para los chicos. Y desde el segundo semestre tendrán la prioridad en el nuevo edificio.
La nueva escuela tiene dos pisos. En la planta baja, junto al acceso principal, está la dirección, el salón de usos múltiples, el comedor, la cocina, los baños y, en el fondo, el patio de juegos con galerías semicubiertas y un ascensor con dimensiones acordes al desplazamiento de grupos de chicos. El primer piso fue destinado a las salas para los bebés, y nenes de hasta dos años. Esas salas tienen, además, un espacio común, pero aislado, donde las madres podrán amamantar a sus hijos. Otro detalle es que las salas se conectan directamente con el exterior, y además cada una posee un núcleo sanitario y una mesada con piletas y cambiadores. Cada nivel cuenta también con baños para discapacitados.
En el segundo piso fueron ubicadas las salas para los chicos más grandes. Hay otro salón de usos múltiples, una biblioteca, rincón de música y salida directa a la terraza, donde está el techo verde y los paneles solares. Esas terrazas están protegidas con mallas de alambre para dar más seguridad. El patio se equipó con juegos, areneros, lugares de sol y sombra y el espacio para las huertas.
“La escuela N° 6 nació hace 26 años para atender la necesidad del personal del Pirovano. De a poco se fue ampliando, pero con varias deficiencias. En 2010 empezamos a pedir este edificio, para que los chicos tengan un espacio digno y saludable.
Ahora asisten 129, pero vamos a tener 240: la mitad serán hijos de empleados del hospital y el resto de la matrícula será para los vecinos”, contó Mirta Rodríguez, directora de la escuela desde 2010, y docente desde 1977.
Cualquier esfuerzo que se haga por los niños es la mejor inversión.
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