Surubíes y dorados luchadores, en el reino celestial de los artificiales: Florencia, provincia de Santa Fe.
En el Paraná Medio es factible encontrar cardúmenes de la especie por dos razones. Una es que toda el área, con sus riachos, deltas, lagunas y desbordes, es zona de reproducción y freza (desove) de estos grandes silúridos. Y otra es encontrarlos remontando tras los cardúmenes de forrajeros en lo que se conoce como migración trófica. Por uno u otro motivo, para el pescador deportivo dar con uno es encontrar la punta del ovillo. Como se trata de un pez de hábitos gregarios, donde aparece el primero debemos insistir porque hay más y, habitualmente, de similares portes.
En esta oportunidad viajamos a Puerto Piracuá, casi donde Santa Fe se hace Chaco, con el dato que nos adelantó Gabriel Preis (Cabañas El Lolo) y que nos confirmaron Marcelo y Alexis Rouvier (Excursiones Piracuá): empezaban a aparecer los primeros grandes.
El curricán o pesca de arrastre, más conocida entre nosotros como trolling (arrastrar un cebo con el avance de una embarcación en marcha lenta), es la modalidad mediante la que se puede llegar a poner un señuelo con chances cerca del fondo, donde se mueven estos colosos. A diferencia de los cebos naturales, los señuelos recorren mucha más distancia a lo largo del día. Y, por otra parte, la acción y vibración de un señuelo resulta muchas veces más excitante e irritante en peces que no están tan activos.
Nota completa en la edición 489 de Weekend, junio de 2013.
Como diria El Bambino Veyra: Es una Belleza!!
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