El Hospital Italiano realizó la primera operación ginecológica asistida por el robot. Cuáles son los beneficios de este tratamiento de última generación.
Lleva pocas operaciones y el sistema no aún no está difundido en el país. Sin embargo, es de suma importancia a la hora de pensar en el desarrollo a futuro en el campo de la medicina.
El puntapié inicial para la llegada del Sistema Quirúrgico Da Vinci, un robot que asiste al cirujano a la hora de operar, lo dio el Hospital Italiano.
La semana pasada, el Italiano realizó la primera operación ginecológica asistida por robot en el país, luego de varias intervenciones exitosas en el campo urológico. El sistema consiste en una cirugía asistida por computadoras que permite graduar, filtrar y transformar los movimientos del cirujano en movimientos más precisos del microinstrumental, lo que le da una visión más clara y detallada de todo el campo operatorio.
En diálogo con Perfil.com, el médico urólogo Oscar Damia, coordinador de la Unidad de Cirugía Robótica del Hospital Italiano, explicó el procedimiento de la denominada cirugía anaparoscópica asistida por el robot. “Para operar se usa un modulo robótico muy delicado que tiene cuatro brazos. Uno de ellos tiene una cámara y los otros tres funcionan como si fueran una mano derecha, una izquierda y un ayudante”.
A la hora de operar, el médico prepara el sistema con el instrumental necesario, se sienta tranquilo y coloca la cabeza en una consola que tiene un visor. “Cuando colocás la cabeza en el visor es como si estuvieras dentro de la pelvis. Tenés una visión tridimensional, estas cómodamente sentado y con unas anillitas -tipo joystick- con las que manejás los instrumentos. Todo lo que se hace se va reproduciendo dentro del paciente”, agregó Damia. Amplio margen. En la actualidad, Da Vinci se utiliza principalmente para cirugías urológicas, especialmente cáncer de próstata y cáncer renal.
Sin embargo, el aporte a largo plazo incluirá otras áreas . “Es uno de los adelantos en los últimos 10 años más importante para la cirugía urológica, pero es multidiciplinario porque también lo va a usar ginecología, pediatría, cirugía cardiovascular, y cirugía general para algunos tipos de tumores”, indicó el urólogo.
Entre los beneficios que este novedoso sistema aporta al paciente se encuentran, según comenta Damia, un postoperatorio mucho más corto -en 48 horas se puede recibir el alta-, menos pérdida de sangre y transfusiones, cicatrices más pequeñas, menos dolor y menos riesgo de infección.
En relación a la cirugía prostática, el urólogo añadió dos ventajas más: el mantenimiento de la potencia sexual y de la continencia, lo que implica menos traumático para el paciente operado.
La semana pasada se llevó a cabo la primera histerectomía radical robótica, que consistió en la extirpación completa del útero, parametrios y ganglios linfáticos pelvianos, una de las cirugías ginecológicas más complejas. El doctor Roberto Orti, subjefe del Servicio de Ginecología del Hospital Italiano, habló con Perfil.com de los beneficios que trae el sistema en el campo de la cirugía ginecológica. Según el especialista, el robot será de mucha utilidad no sólo en tratamientos de cáncer de útero, sino que también se podrá aplicar para combatir otros patologías oncológicas de alta complejidad y patologías benignas, como las histerectomías y la endometriosis. “Se pueden hacer muchos procedimientos que en forma tradicional no se podrían realizar.
Con la laparocospía tradicional, que es lo convencional, este tipo de cirugías es prácticamente imposible”, aclaró el especialista. Además de los beneficios a nivel estético -operaciones que se realizaban a cielo abierto con Da Vinci se resuelven con cuatro incisiones-, Orti destacó que también es importante en relación a la preservación de la fertilidad en pacientes jóvenes. “Es una técnica que es mucho más delicada y que ayuda también a la preservación de la función reproductiva posterior a la cirugía, pensando no sólo en la preservación estética sino también en la reproductiva”.
Por ahora, en Argentina existe un solo robot Da Vinci, un sistema que si bien transforma las prácticas quirúrgicas tradicionales y ofrece un sinfín de beneficios, no reemplaza la labor del profesional. “Algunos creen que es el robot el que opera, luego de programarlo, pero no, el robot son los brazos del cirujano”, recalcó Orti.
Fuente: Por Silvina Fiszer Adler de Perfil.com