En un discurso pronunciado ayer en la Base Aérea de Anápolis, durante a ceremonia de recepción de los últimos cazas Dassault Mirage 2000 adquiridos usados de Francia, el ministro de Defensa, Nelson Jobim, admitió implícitamente que el futuro caza multifuncional de nueva generación de la Fuerza Aérea Brasileña (FAB), el Programa FX-2, deberá ser el Dassault Rafale.
Según el ministro, “lo que precisamos es organizarnos en términos de nuestra capacitación. Llega de pensarnos pequeño. Llega en términos y pretensiones de corto plazo. Precisamos tener afirmaciones de corto, medio y de largo plazo. Es una capacitación de un temor disuasorio efectivo en Brasil es fundamental, teniendo en vista la perspectiva de país grande. Y es por eso que, al final de año, en diciembre, comparecerá en Brasil, Su Excelencia el presidente (francés, Nicolás) Sarkozy, y Brasil firmará un gran acuerdo estratégico con Francia que involucra no solo intercambio y trabajos en el área de defensa, sino fundamentalmente la posibilidad de ampliación de nuestra base industrial de defensa en alianza con los franceses”.
Jobim destacó, como fundamental la elección de la sociedad, el hecho de que “los franceses y a Francia son el país que, en los diálogos que hicimos por el mundo, con India, Rusia, Suecia, Estados Unidos, en todos ellos solo encontramos efectivamente con los franceses una transparencia, disposición real de una sociedad estratégica con el Brasil. No somos, no seremos y no continuaremos a ser meros consumidores de productos de defensa, seremos, eso si, productores de servicios de defensa en la integración del desarrollo brasileño.
Los dos Mirages que ahora nos son entregados es el final de un ciclo. Tendremos un nuevo ciclo. Un nuevo ciclo en que los productos tendrán, junto con un ciclo, claramente, los colores brasileños y franceses para afirmar la efectividad de Brasil como un país grande”.Jobim también anunció, para los próximos dias, la presentación a la sociedad brasileña de un “Plan Estratégico Nacional de Defensa”. Durante los eventos de ayer, en Anápolis, el ministro tuvo aún la posibilidad de realizar un vuelo, de cerca de 50 minutos, en un Mirage 2000B.