Brasil encabeza una rebelión militar en América del Sur. La Argentina también camina al lado de su gran socio comercial en la idea de suprimir la tradicional influencia norteamericana en la región. Por ese eje pasa la iniciativa de la ministra de Defensa, Nilda Garré, de proponer a Buenos Aires como sede de un colegio sudamericano de defensa, una organización en directa competencia con el Instituto del Hemisferio Occidental para la Cooperación en Seguridad, sucesor inmediato de la Escuela de las Américas.
"Hay que evitar que cuadros de la región deban recurrir a institutos de formación fuera de nuestra área", dijo ayer Garré. La opinión de la ministra argentina fue escuchada, y aprobada, por sus pares de Brasil, Nelson Jobim, y de Ecuador, Javier Ponce Cevallos, durante un panel sobre el Consejo Sudamericano de Defensa, organizado por la Universidad Nacional de Tres de Febrero.
Los países que componen la Unasur presentarán en abril próximo la creación de un órgano de consulta sobre políticas militares. "Ningún país de la región está en condiciones de proteger sus recursos naturales por sí mismo", comentó Garré al pronunciarse en favor del acercamiento militar en la región. Y al hablar de la región queda en claro que las autoridades políticas sudamericanas no quieren dejar lugar para los Estados Unidos.
El ecuatoriano Ponce Cevallos reseñó las dificultades que tienen por ahora los equipos técnicos que definen el Consejo Sudamericano de Defensa. Más allá del enfrentamiento de su país con Colombia, destacó el plan armado por Brasil: "Fue un lanzamiento con extraordinario sentido de la oportunidad".
La alternativa argentina de armar un colegio de defensa regional como contraparte del pensamiento norteamericano fue una sorpresa por parte de la Argentina. Claro que la ofensiva frontal corre por cuenta de Brasil. El ministro Jobim lo puso en evidencia cuando reveló un encuentro que tuvo en Washington con el secretario de Defensa, Robert Gates, y con la secretaria de Estado, Condoleezza Rice: "Me preguntaron qué era el Consejo Sudamericano de Defensa y en qué podían ayudarnos; les dije que en nada, que no se metiesen porque no es asunto de ellos".
La visión internacional de Brasil se define con una frase advertencia en el mensaje de Jobim sobre la posición que Unasur debería adoptar ante el mundo: "Acá no, acá hay dueños, la cosa cambió". La Argentina comparte ese enfoque brasileño. La exposición de Jobim, que improvisó con solvencia su mensaje, fue ovacionada por académicos y jefes militares.
Fuente: Por Daniel Gallo - Diario La Nación
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