El Gobierno de Chile ha firmado un contrato con el consorcio europeo EADS-Astrium para adquirir un satélite por 72 millones de dólares, que destinará para fines de Defensa y científicos, según informaron los periódicos La Tercera y El Mercurio en Santiago.
La adquisición se definió tras un largo proceso de licitación, al que se presentaron 25 empresas.
La ganadora fue el consorcio europeo EADS-Astrium. Esta decisión fue adoptada tras una licitación internacional en la que quedaron como finalistas la europea EADS y la canadiense MacDonald, Dettwiler and Associates (MDA Corporation). Las fuentes consultadas indicaron que el 95 por ciento del uso del satélite será para actividades civiles y el 5 por ciento restante se destinará a fines militares.
La presidente chilena, Michelle Bachelet, tiene la intención de lanzar el satélite en febrero de 2010, celebrando el bicentenario de la independencia de Chile y como cierre a su mandato de gobierno. Pero la firma del contrato de compra del satélite ha levantado críticas en la derecha opositora a la concertación gobernante. La oposición cuestiona la escasa resolución que tendría el aparato, que no le permitiría tener un uso militar, y su alto costo, según la prensa local.
Ante las críticas que despertó la compra del satélite, el subsecretario de Aviación y líder del proceso, Raúl Vergara, se mostró dolido, durante su intervención en la Comisión de Defensa. Vergara recordó que las especificaciones fueron aprobadas por expertos de 13 universidades chilenas y se informó de todo lo necesario a los parlamentarios opositores.
Fuentes de EADS-Astrium aseguraron, por su parte, que el plazo de entrega habitual es de 24 meses, pero que podrían hacer la entrega en un período menor. El gobierno de Bachelet estima lanzar el satélite en 19 meses desde la ciudad de Kourou, en la Guyana Francesa.
La firma del contrato de compra se realizó el pasado viernes 25 de julio en el edificio Diego Portales, en el que se reunieron el comando logístico de la Fuerza Aérea con directivos del consorcio europeo. En los próximos días viajará una comitiva de expertos chilenos a Toulouse para verificar que las especificaciones del satélite sean las que se acordaron con la empresa.
La compra del satélite es una antigua iniciativa del Ministerio de Defensa chileno para dotar al país de un instrumento capaz de monitorear el territorio nacional y prevenir catástrofes y desastres naturales, entre otras tareas.
El periodista Felipe Valenzuela, del periódico La Tercera, especificó que el satélite ha sido comprado con presupuesto de Defensa y que en la decisión de asignar la compra al consorcio europeo intervinieron no solo expertos militares, sino también científicos, profesores universitarios y la Comisión Nacional de Investigación en Ciencia y Tecnología (Conicyt).
Las autoridades chilenas ya estuvieron a punto de comprar un satélite al consorcio europeo EADS, pero finalmente la operación se paralizó y se anunció una licitación internacional. El mismo periodista chileno explicó que el proyecto, que tenía entonces un costo de alrededor de 40 millones de dólares, fue rechazado por parlamentarios de la gobernante Concertación, que habían demandado una mayor transparencia al adquirir el equipo y que éste se destinase a fines civiles exclusivamente.
A raíz de ello, el Ministerio de Defensa anunció la apertura de un proceso de licitación internacional. Para la compra definitiva del satélite, el Gobierno contaba con 75 millones de dólares, casi el doble de lo presupuestado inicialmente. Ello se debe a que el nuevo sistema incluye, además del satélite, el mecanismo de lanzamiento, las antenas de control y recepción de imágenes; el equipamiento para el procesamiento de las mismas, la transferencia tecnológica y la formación de capital humano.
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