El comercio entre Argentina y China ha crecido en 120 por ciento en cuatro años.La recuperación de Argentina luego de la crisis de 2001 tiene mucho que ver con China, un país que crece aceleradamente y que cada vez más requiere materias primas de las fértiles tierras australes.
El gran crecimiento económico del gigante asiático -un 9% anual- lo ha convertido en un ávido consumidor de materias primas y energía, aumentando el intercambio con Argentina, Brasil y otros países de la región.
El aumento del comercio entre China y America Latina se debe más que nada al comercio con Mercosur. Principalmente con Brasil y en segundo lugar con Argentina, que es el país que ha experimentado el mayor incremento en el intercambio con China. De hecho, el comercio entre ambas naciones ha crecido un 120% en cuatro años.
"Fundamentalmente, la expansión de las corrientes de comercio entre Argentina y China obedecen a este 'boom' de las materias primas, gracias al crecimiento de la economía china y a la mayor demanda que esto implica", señaló a BBC Mundo Sergio Cesarín, consultor y graduado en Economía en la Universidad de Pekín.
Argentina vende a China principalmente alimentos en forma de productos primarios y en menor medida aceites de petróleo, pieles y cueros. Para nosotros China, además de ser el tercer proveedor en importancia de Argentina y nuestro cuarto cliente, es uno de los países con los cuales vemos mejores perspectivas de crecimiento en nuestro comercio exterior.
China, por su parte, exporta al país sudamericano aparatos eléctricos, maquinarias, productos químicos, juguetes, juegos, calzado y minerales. Ernesto Fernández Taboada, director ejecutivo de la Cámara de Comercio Argentino China, se mostró muy optimista ante BBC Mundo respecto al intercambio entre ambos países. "Estamos creciendo hasta 20% anual en nuestro comercio bilateral. Para nosotros China, además de ser el tercer proveedor en importancia de Argentina y nuestro cuarto cliente, es uno de los países con los cuales vemos mejores perspectivas de crecimiento en nuestro comercio exterior".
Según Cesarín, de los dos países el que más sale beneficiado es el sudamericano. "Argentina se esta beneficiando más del auge chino, porque como socios somos muy chicos". "Hay que considerar que América Latina representa solamente entre el 3.2% y el 3.5% de las importaciones totales de China. Dentro de ese paquete, las exportaciones argentinas son una mínima fracción de todo lo que China compra en el mundo", relativizó.
La 'vedette' de las exportaciones argentinas a China es la soja. De lo que la Argentina le vende, el 70% es este cultivo en sus tres variantes: poroto, aceite o harina. Después del colapso de la economía argentina a finales del 2001, las exportaciones de soja argentina a China impulsaron la recuperación del país, generando enormes dividendos.
Actualmente, la avidez de China por este cultivo sigue siendo vital para Argentina, ya que el 80% de la soja que se exporta aquí va hacia China. Sin embargo, muchos afirman que la elevada concentración de las exportaciones de soja a la nación asiática es riesgosa para Argentina y critican esta suerte de 'china-dependencia'. Fernández Taboada restó importancia a estas críticas: "Hace cinco o diez años, todos criticaban la dependencia de los Estados Unidos que teníamos. Ahora que estamos dependiendo menos de Estados Unidos y de Europa, critican la 'china-dependencia' ".
Por otro lado, un fenómeno que se registra en los últimos años es la proliferación de supermercados chinos en Argentina, a tal punto que en Buenos Aires hay más locales de este tipo chinos que no chinos. Zheng Ji Cong, vicepresidente de la Cámara de Supermercados Chinos de Argentina y propietario de uno de estos locales, explicó a BBC Mundo que en todo el país hay unos 4000 supermercados chinos, de los cuales unos 2500 se encuentran sólo en Buenos Aires y alrededores.
¿Por qué hay tantos? "Es un modelo de negocios. En principio, el supermercado en sí es una inversión segura, la gente siempre va a comprar. Y además no requiere aprender mucho el idioma, entonces facilita que el que recién viene de China puede empezar con un supermercado".
"Somos, de alguna manera, 'argenchinos'. Yo ya estoy argentinizado", explicó sonriente Zheng, quien una vez llegado a Buenos Aires, hace 16 años, también adoptó el nombre occidental 'Oscar'.
Fuente: por Rosario Gabino para BBC Mundo