Randazzo
les dio el manejo de las líneas San Martín, Belgrano Sur y Roca a dos
empresas del Estado; los privados mantendrán la operación
El Gobierno avanzará hoy un paso más en el camino hacia la estatización plena del servicio ferroviario después de una década de falta de inversiones: esta vez les tocó a los ramales Roca, Belgrano Sur y San Martín.
La resolución, anticipada a LA NACION por altas fuentes oficiales, establece que el Estado se hará cargo de la "prestación de los servicios de transporte ferroviario" y "la administración de las obras", tanto las que estén en ejecución como las futuras. "Con esta medida, los privados tendrán cada vez menos injerencia y se le da todo el poder al Estado", explicaron las fuentes. Sin embargo, más allá de los cambios administrativos, la operación diaria de los trenes seguirá en manos de la Unidad Ferroviaria de Emergencia (Ugofe).
En medio de la campaña electoral, y a un año y medio de la tragedia de Once, en la Casa Rosada confiaron que la idea es que la misma resolución se replique en los próximos meses para las líneas Sarmiento y Mitre, los dos ramales en peores condiciones, y se haría antes de fin de año. La decisión busca generar el marco jurídico y regulatorio para la estatización plena, que en Balcarce 50 descuentan que se hará en el corto plazo.
La medida incluye un plazo de 90 días para que las actuales prestadoras del servicio adecuen los contratos, e incluso podrán seguir operando el servicio más allá de esos primeros tres meses, aunque con el control del Estado. Se trata de las empresas Metrovías, del grupo Roggio, y Ferrovías, de Gabriel Romero, que actualmente tienen a su cargo los tres ramales que serán estatizados.
Según se establece en la resolución, las dos empresas estatales que se harán cargo de la toma de decisiones respecto de las líneas Roca, Belgrano Sur y San Martín son la Administración de Infraestructura Ferroviaria (ADIF) y la Sociedad Operadora Ferroviaria Sociedad del Estado (Sofse). La primera, a cargo de la ejecución de obras, y la segunda, encargada de la operación del servicio.
Esas dos empresas fueron creadas en 2008 mediante la ley 26.352, que se sancionó para reordenar el sistema ferroviario, una norma nunca ejecutada. La decisión de Randazzo, con el visto bueno de la presidenta Cristina Kirchner, es darles mayor poder a esas dos sociedades del Estado. Hoy están al frente dos hombres del ministro del Interior y Transporte: Ariel Franetovich (ex intendente de Chivilcoy), en la ADIF, y Alejandro Croucher, en la Sofse.
En los hechos, la medida no implica una estatización. Fuentes oficiales dijeron que lo que se busca es darle mayor decisión al Estado hasta lograr la capacidad operativa para avanzar el último paso, que es el quite total del manejo ferroviario a las empresas privadas. Con esta medida, el Gobierno podrá diagramar la operación de los tres ramales, fijar las frecuencias, el control del personal, los cambios de ruta y la ejecución de las obras de infraestructura.
Las líneas Urquiza y Belgrano Norte se mantienen bajo el sistema de concesión, mientras que los ferrocarriles Mitre y Sarmiento, por el momento, siguen bajo la órbita de la Unidad de Gestión Operativa de ambos ramales hasta que pasen a manos del Estado en una próxima etapa que, según prometen, será antes de fin de año.
En la resolución, Randazzo argumentó que la medida trata de "profundizar el proceso de reordenamiento ferroviario y estratégico establecido por el Estado Nacional". Esta fase no tendrá impacto inmediato en los usuarios del servicio, sino que le dará más poder de decisión y control al Gobierno. "Esto prepara el escenario para la estatización", explicaron fuentes de Balcarce 50. Según agregaron, también se quiere "agilizar la gestión" para la compra tanto de material rodante como de trenes. "Con estas medidas se termina con la discrecionalidad privada a la hora de hacer las licitaciones", explican cerca de Randazzo. Pese a las explicaciones oficiales, desde hace años todas las decisiones ferroviarias las toma el Gobierno, más aún, el propio Randazzo. El papel de los privados durante el kirchnerismo es ejecutar las licitaciones por cuenta y orden del Estado.
Los pasajeros recién podrán ver cambios con la llegada de los 800 coches que el Estado adquirió en los últimos meses, prevista recién para el año próximo. Por el momento, los ramales Urquiza y Belgrano Norte mantendrán la concesión privada.
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