Por Marcelo Etchebarne Mihanovich | Para LA NACION
La Cámara de Apelaciones del Segundo Circuito dictó un fallo políticamente correcto. Ratifica el fallo de Griesa contra la Argentina,
pero otorga una suspensión de la sentencia (stay). Ratifica la vigencia
del derecho de Nueva York, pero delega la responsabilidad política de
los efectos de la sentencia en la Corte Suprema.
¿Cómo sigue esta saga? La Argentina tendrá ahora tres meses para apelar esta sentencia ante toda la Cámara (en banc), que se podrá tomar entre uno y tres meses para rechazarla. Luego la Argentina tendrá otros tres meses para apelar a la Corte Suprema. La Corte podría tomarse dos meses en pedir la opinión del Solicitor General por haber un soberano involucrado. Esto nos llevaría a diciembre de 2014.
La Cámara dejó en claro que los cupones del PBI están afectados en el fallo. También que este caso tiene efectos solamente sobre la Argentina y ningún otro país necesita ponerse en la misma situación. Es claro que si bien la orden ( injunction ) sólo se aplica a la Argentina, el Bank of New York estaría afectado por la aplicación de las normas procesales federales.
El fallo rechaza el argumento de que los bonistas que ingresaron en los canjes de 2005 y 2010 tengan el carácter de apelantes, aunque acepta escuchar sus argumentos para luego desestimarlos. No es un dato menor que estas entidades, mejor posicionadas que la Argentina para apelar, no podrán hacerlo ante la Corte Suprema. Sólo podrán demandar a la Argentina si no les paga, ya que la Cámara ratificó la conclusión de Griesa de que la Argentina puede pagarles a todos.
Es menos clara la situación de DTC y Euroclear. La Cámara sostiene que la regla federal de procedimiento civil 65(d)(2)(C) aplica a personas que actúen junto con la Argentina ( active concertor participation ). Afirma que no es objeto de este juicio determinar si estos organismos están afectados por la sentencia, pero deja en claro que deben velar por el cumplimiento de las leyes y normas de EE.UU. Probablemente se inicien presentaciones judiciales ante tribunales europeos, argentinos o federales de Nueva York para aclarar el alcance de la sentencia o posibles desacatos ( contempt of court ).
En conclusión, la Argentina logró más de un año de oxígeno, pero con un fallo duro y hermético que da muy pocas chances de que pueda ser revisado por la Corte Suprema.Mientras tanto, este juicio suma al riesgo país un sobrecosto estimado de entre 3 y 6 por ciento..
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