Más como dron ... en la década de 1960.
A finales de 1964, China detonó su primera arma nuclear y se unió a las filas de las potencias mundiales. Pero la CIA tenía pocas formas de ver al "Reino Medio". La inteligencia humana era muy limitada y el derribo de un U-2 sobre la URSS en 1960 demostró la necesidad de mejores aviones espía.
Lockheed's Skunk Works estaba trabajando arduamente en el desarrollo del sucesor del U-2, el legendario SR-71, y su jefe, Kelly Johnson, había pensado mucho en el problema. ¿Su solución? El primer dron casi hipersónico.
El D-21 era un dron Mach-3 que compartía mucha tecnología y diseño con el SR-71. Fue diseñado para ser lanzado desde una aeronave de portaaviones a alta velocidad, correr sobre territorio extranjero con una cámara, regresar al espacio aéreo internacional y expulsar su cápsula de película para la recuperación aérea.
Este fue, y es, un desafío desalentador para cualquier avión y realmente empujó el sobre para la década de 1960. El motor ramjet y la cubierta de titanio funcionaban muy bien, pero las "entrañas" no eran rápidas. Una evaluación de Lockheed de la aviónica dijo que usaron "relés electromecánicos obsoletos de la década de 1940, tecnología y hardware que no eran compatibles con velocidades superiores a Mach 3.3 a 90.000 pies o más", según los historiadores James y Nora Goodall.
La primera configuración parecía sacada de Star Wars: un SR-71 de dos asientos con forma de tiburón y su dron "mini-me" montado en su parte posterior. El montaje a cuestas finalmente condenó la pelicula; la cuarta prueba de lanzamiento en el aire salió terriblemente mal y el dron se estrelló contra el SR-71, resultando en la muerte del oficial de control de lanzamiento.
Los Sohe D-21 se trasladaron al B-52H y se colgaron de los pilones de misiles de crucero Hound Dog del avión. Un robusto motor de cohete sólido reemplazó al SR-71 para que el robot alcance la velocidad de operación.
Las pruebas posteriores fueron irregulares, con una serie de fallas en los equipos y mala suerte. Cuando el dron no se colgaba ni se perdía, a veces su cápsula de filmación no se podía expulsar o hundirse. Sin embargo, el programa se mantuvo y, en última instancia, cuatro vuelos operativos lograron fotografiar el sitio de prueba nuclear Lop Nor de China entre 1969 y 1971.
El último D-21 se estrelló en China y sus restos finalmente terminaron en manos de Rusia.
El éxito mixto del D-21 y los altos costos operativos lo convirtieron en un objetivo fácil para su jubilación una vez que el presidente de los Estados Unidos, Richard Nixon, y su secretario de Estado Henry Kissinger comenzaran a acercarse al liderazgo chino. Los D-21 supervivientes fueron llevados a "pastar" a la Base de la Fuerza Aérea Davis-Monthan en Arizona, donde curiosos observaron al dron Darth. Finalmente, la Fuerza Aérea repartió a estas máquinas increíbles a una serie de museos de aviación de todo el país.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Los comentarios mal redactados y/o con empleo de palabras que denoten insultos y que no tienen relación con el tema no serán publicados.