Por Silvia Gómez - Diario Clarín - El Parque de la Ciudad funciona como espacio verde desde hace años. Sin embargo, las atracciones mecánicas seguían en pie. Solo quedarán la torre y otras dos estructuras porque es muy caro sacarlas.
En Villa Soldati, abre los fines de semana y los feriados. Los vecinos pagan $ 4 para aprovechar los espacios verdes, con árboles añejos y frondosos. Y pasean entre la chatarra y el olvido, porque el Interama (así se llamó cuando fue inaugurado) se transformó en un parque fantasma, con juegos cubiertos de pasto, oxidados y arrumbados en galpones. Las ruinas de un paseo que llegó a tener 50 atracciones y capacidad para recibir a 80.000 personas al mismo tiempo.
Aunque desde la Ciudad informaron que el parque seguirá abierto, los vecinos temen que lo cierren. “En la zona están el Roca y el Indoamericano, por eso tenemos miedo de que terminen cerrando este”, le contaron a Clarín. A metros del predio se encuentran el complejo Barrio Soldati, con 3.200 viviendas, y la Villa 20, en donde se estima que viven más de 20 mil personas. Desde hace años el Parque de la Ciudad, que ocupa 120 hectáreas, aloja otras actividades: una aseguradora tiene una playa de venta de autos robados o siniestrados; funciona el hospital Cecilia Grierson; también hay galpones para la Ventanilla Unica Social (un plan del Ministerio de Desarrollo Social porteño); y es además base de equipos y operarios que asisten a las villa cercanas cuando hay emergencias hídricas.
“No se trata solo de lo que pretende hacer esta gestión con este parque, que es destruirlo. La verdad es que nunca nadie quiso recuperarlo ni mantenerlo”, opinó Sarita de Quiroga. La mujer es vecina del Barrio Soldati. Llegó desde Santiago del Estero en 1980 y recuerda la infancia de sus hijos en el viejo Interama. “Se conocían todos los rincones. Siempre digo que el deterioro del parque fue parte de un plan. Ninguna ciudad normal puede hacer lo que hizo Buenos Aires con este lugar”, se lamentó. Ahora toma mate mientras cuida a sus nietos, que usan el parque de diversiones como potrero. Pero no les saca los ojos de encima, porque le da terror que alguno se lastime entre los fierros oxidados de los juegos, a los que los chicos increíblemente pueden acceder, como los trencitos o las locomotoras.
También temen por el futuro los empleados que trabajan en el parque. “Dicen que va a seguir abierto, pero a lo largo de estas décadas hemos escuchado muchas promesas”, afirman. “Todo lo que sucede en torno al parque es irregular. El desarme de los juegos debería haber tenido aprobación de la Legislatura, porque son bienes de dominio público”, contó Germán de Bernardi, de la Organización por la Conservación del Parque de la Ciudad. Junto a la Defensora Adjunta de la Ciudad, Graciela Muñiz, la ONG presentó un amparo para anular la obra que impulsa el Gobierno y también plantean la ilegalidad del desguace de los juegos. Hasta el momento se habrían desarmado seis, entre ellos una de las Enterprise, una vuelta al mundo y una pista de autos. Desde el Ejecutivo porteño aseguraron que “un estudio de la Facultad de Ingeniería de la UBA determinó que ninguno de los juegos se podía recuperar”.
y Macri continúa con su lema: DESTRUYENDO Y PRIVATIZANDO BUENOS AIRES.Sergio
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