Según la Fundación Producir Conservando, para obtener ese volumen en forma sustentable es necesario adoptar una serie de medidas agronómicas y políticas
La Argentina podría producir 122 millones de toneladas de granos en la campaña 2015/16, según las proyecciones realizadas por la Fundación Producir Conservando (FPC), expuesto durante su XVII seminario anual, realizado esta semana en esta capital.
Sin embargo, para llegar a producir esta cantidad en forma sustentable, la Fundación considera que es necesario adoptar una serie de medidas que abarcan desde la producción hasta la política.
De acuerdo con un estudio realizado por la FPC para Fertilizar Asociación Civil, y según datos aportados por la entidad, tomando como referencia la proporción de fertilizantes utilizados para los cinco principales cultivos en la campaña 2006/07, en 2015 -para lograr un planteo de mínima sustentabilidad- habrá que aplicar 4,4 millones de toneladas de fertilizantes.
Esto implica un incremento del 76 por ciento respecto de lo utilizado en los cinco principales cultivos en la última campaña (2006/7). Si a ello sumamos los fertilizantes por utilizar en frutales y hortalizas, pasturas verdeos y otros cultivos, esa cifra de consumo se elevará a algo más de 5,3 millones de toneladas para 2015 en el orden nacional.
Esto es partiendo de la relación actual de utilización de estos cultivos frente a los principales granos producidos en el país. Así, según las proyecciones elaboradas por la Fundación a 2015 del uso de fertilizantes en los cinco cultivos serían de 1.270.000 toneladas de nitrógeno; 2.790.000 toneladas de fósforo; 79.652 toneladas de potasio, y 285.000 de azufre, que dan un total de 4.424.652 toneladas.
En forma conjunta con la Federación de Centros y Entidades Gremiales de Acopiadores de Cereales, este nuevo estudio realizado por la FPC apunta a caracterizar la situación actual en materia de capacidad de almacenamiento y acondicionamiento de granos en el país y su proyección en virtud de las expectativas de crecimiento de la producción, hacia mediados de la próxima década.
La capacidad instalada de almacenamiento fija en la Argentina fue de aproximadamente 71 millones de toneladas en el ciclo 2006/07, las cuales se incrementaron a 101 millones de toneladas si se suman las instalaciones transitorias (silos en bolsas de plástico).
De esta forma, la relación entre la producción y la capacidad instalada oscila entre el 75 y 106 por ciento, respectivamente.
De esta forma, la relación entre la producción y la capacidad instalada oscila entre el 75 y 106 por ciento, respectivamente.
Si se simula mantener un nivel medio del 80 por ciento entre la capacidad de almacenaje y la producción para todas las regiones, manteniendo los excedentes zonales actuales (zonas superavitarias de industrias y puertos y una hipótesis de cobertura en una primera etapa del 55 por ciento en las provincias extrapampeanas), las necesidades de almacenamiento adicionales deberían alcanzar los 32 millones de toneladas.
Ello implicaría, de no incorporarse ese tonelaje, expandir el uso de los silos en bolsa en más de 60 millones de toneladas. Tales necesidades se tenderán a afirmar en el actual proceso tecnológico, que obliga a disponer de altos niveles de depósitos en el corto plazo (de más de 10 millones de toneladas semanales), debido a la celeridad en la recolección de los cultivos y los altos volúmenes que ello implica.
Sostiene el estudio que en este marco resultará fundamental la política agrícola que se lleve a cabo de ahora en adelante, básicamente en cuanto a los cambios tributarios en los aranceles de exportación y las reglamentaciones comerciales vigentes. Ello podrá implicar, disponer en cortos períodos de significativos volúmenes de producción volcados al mercado, dada la carencia de incentivos a retener la mercadería, estacionalizando sus entregas.
De mantenerse la normativa vigente de "encaje productivo" y de "saldos exportables" con la necesidad de contar con la mercadería física para acceder a la exportación, es factible que se produzcan serios conflictos hacia la salida de la cosecha, con problemas logísticos coyunturales y alta ineficiencia en el uso de la infraestructura instalada.
"Esos aspectos, al margen de incrementar los costos de la operación, pueden conspirar contra un desarrollo futuro de la capacidad fija de almacenamiento, intensificándose el uso de los silos transitorios", concluyó el trabajo de la Fundación Producir Conservando.
Fuente: Diario La Nación (Suplemento)