Las normas de la Lucha Olímpica son establecidas por la FILA y son uniformes para la lucha grecorromana y la lucha libre: los combates se disputan sobre un tapiz circular de 9 m de diámetro y 10 cm de espesor (zona de combate) circundado por una zona de protección de 2 m de margen. A su vez, la zona de combate tiene inmediatamente alrededor otra franja de 1 m denominada zona de pasividad, cuya función es permitir al árbitro juzgar si algún contendiente rehuye el combate y en tal caso llamarle la atención.
Los luchadores visten una malla de una sola pieza en color rojo o azul que le cubre el cuerpo a partir del medio muslo y con un escote en cuello y brazos que no puede superar los veinte centímetros. Los combates olímpicos constan de dos asaltos de tres minutos con medio minuto intermedio de descanso, y finalizan cuando un luchador consigue un derribo (poner de espaldas a su oponente tocando de espaldas el tapiz) o, si al final del tiempo reglamentario no ha habido ningún derribo, por decisión. En este último caso se tienen en cuenta los puntos técnicos obtenidos, que son concedidos por el árbitro según las acciones de los contendientes, en función de cuya dificultad se dan de 1 a 5 puntos. Los puntos se consiguen por maniobras de diferente tipo (agarres, llaves, lances, escapes, retenciones, etc.) y son los mismos tanto en lucha libre como en grecorromana.
Para garantizar la igualdad de los combates se han establecido distintas categorías de peso y edad, siendo en mayores siete éstas categorías en función del peso de los luchadores, de manera que cada uno compite únicamente contra otros incluidos en la suya.
Lucha grecorromana: Originaria del sur de Europa, como indica su nombre, es muy popular en todo el mundo. Su peculiaridad radica en que sólo se pueden emplear técnicas y presas realizadas por encima de la cadera, ya que está prohibido utilizar las piernas para puntuar. Por lo tanto, la posición o guardia que emplean los luchadores es semi erguido.
Lucha libre: En esta modalidad puede utilizarse todo el cuerpo en la competición, incluidos los agarres bajo la cintura y el uso de las piernas, lo cual permite que cuente con más variedad de presas que la grecorromana. Se trata de la modalidad más extendida y que mayor número de participantes atrae a los torneos internacionales. En esta especialidad los atletas están más agachados para de esa forma cuidar sus piernas de las acciones del rival.