La era de los alimentos baratos es cosa del pasado. A esa conclusión llegó la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) en un informe publicado.
En el informe, titulado "Perspectivas Alimentarias", se indica que la peor parte de la actual escalada de precios habría culminado, pero que la creciente demanda seguramente mantendrá los alimentos en valores relativamente altos. Y es poco probable que regresen a niveles de años pasados.
Y se espera que las poblaciones con menos recursos serán las más afectadas: se cree que las importaciones en naciones con déficit de alimentos puedan alcanzar los US$169.000 millones, un 40% más que en 2007. La FAO calificó como "preocupante" el incremento en el gasto de importaciones en los países vulnerables y afirma que a finales de este año el gasto en alimentos sería cuatro veces mayor que en el año 2000.
Según la FAO, a pesar de que algunos precios de alimentos han empezado a retroceder en las últimas semanas, es improbable que regresen a los niveles bajos de años anteriores. Cientos de millones de personas no podrán acceder a los alimentos por sus altos precios.
La demanda por comida y la necesidad de reponer las reservas limitarán la disminución de los precios de los alimentos. "La comida ha dejado de ser el producto barato de antaño. Los precios al alza de los alimentos están destinados a empeorar el nivel actual inaceptable de carencia de alimentos de 854 millones de personas", dijo Hafez Ghanem, subdirector general de la FAO.
"Estamos enfrentándonos al riesgo de que el número de personas que pasan hambre aumente en muchos millones", afirmó Ghanem.
Se espera que esta situación y otros temas relacionados como el cambio climático y el uso de bíocombustibles, sean el centro del debate en la próxima Cumbre sobre Seguridad Alimentaria que se celebrará a inicios de junio en Roma con varios jefes de Estado.
A pesar de todo, el informe identifica algunas señales positivas:
-La creciente demanda de los países asiáticos ha contribuído a la subida de los precios de la comida.
-Los altos precios de los alimentos han generado un aumento en las plantaciones por lo que se espera que las próximas cosechas sean positivas.
-La FAO predice que en el caso del trigo habrá un incremento del 9% en las cosechas.
-La producción de carne también subirá a pesar de los altos precios de los alimentos para ganado, ya que existe mayor demanda en los países en desarrollo conforme aumentan los ingresos. Sin embargo el incremento de la producción de algunos granos será sobrepasado por el uso de bíocombustibles.
La pregunta que surge es ¿tiene alguien la culpa del alza de precios global de los alimentos?
Según el especialista en negocios de la BBC, Nigel Cassidy, los gobiernos señalan con el dedo a los especuladores. Los centros financieros alrededor del mundo no han dejado de apostar por este tipo de commodities.
Los gobiernos alrededor del mundo sienten la presión por reducir el precio de los alimentos.
Para Cassidy es inevitable que los inversionistas se aferren a cualquier tipo de bien que pueda venderse a buen precio. La vivienda tuvo su apogeo, las materias primas industriales también, entonces si todos están pagando más por la comida ¿por qué no invertir en productos agropecuarios?
Y en este momento todo parece conspirar para que los precios de los productos básicos sigan subiendo. Y hay muchas causas, como el cambio en la dieta de China (con mayor consumo, por ejemplo, de carne) y los países asiáticos; el alto costo del petróleo y, por encima de todo, la utilización de tierras agrícolas destinadas a la siembra de alimentos para los bíocombustibles.
El año pasado Nicholas Brookes, de la corredora ETF Securities afirmó que su empresa realizó inversiones de US$1.000 millones en productos agrícolas. "No hay duda que hemos identificado una fuerte alza en este tipo de mercados futuros. Pero el flujo que está dirigiéndose hacia estos productos es mínimo comparado con la producción global subyacente de este tipo de bienes agrícolas. Mi sentimiento es que el nivel de este tipo de inversiones se reducirá con el tiempo", dijo Brookes.
Algunos analistas consideran que la especulación no sería la única causa del incremento de precios. Brookes también cree firmemente que los subsidios que ofrece Estados Unidos para los cultivos destinados al etanol han empujado los precios de productos como el maíz, la soya y algunos granos mucho más que cualquier especulación de los mercados.
Políticos de izquierda en países como Bélgica o India ya han demandado una prohibición en la comercialización de commodities o bienes vinculados a los productos agrícolas. Sin embargo académicos expertos en seguridad alimentaria no echan la culpa total a los mercados.
David Barling del Centro para Políticas Alimentarias de la City University en Londres, cree que la mayor parte de la especulación en los mercados con los productos alimenticios ocurrió después de que los precios de los granos y otros bienes de consumo empezaron a subir precipitadamente hace 18 meses. "Quizás esto puso más presión en los precios, pero las causas son muchas, están interconectadas, y difieren dependiendo del tipo de commodity", afirma Barling.
Los "especuladores de comida" seguirán siendo el blanco fácil de los políticos que luchan por demostrar que están haciendo algo ante la escalada de precios. Así que aquellos que participan en el mercado alimenticio tendrán que prepararse para recibir más críticas, al menos hasta que los precios reales de la comida empiecen a bajar de las nubes.
Fuente: BBC Mundo