En los últimos 20 años han ingresado al mercado real de consumidores de alimentos más de 1500 millones de personas entre China, la India, Africa y Asia Pacifico. El crecimiento económico mundial fue traccionado por el crecimiento económico a tasas sorprendentes de tres grandes bloques que representan más del 50% de la población mundial.
En las décadas del 70 y del 80 el mundo tenía una tasa de crecimiento demográfico mucho mayor que la actual, pero "están creciendo en población países pobres -decían los gurúes de la economía mundial-, sin poder adquisitivo ni siquiera para incrementar la demanda global de alimentos". Hoy ingresan al mercado laboral más de 100 millones de "consumidores" cada año, lo que provoca un sostenido crecimiento de la demanda no sólo de alimentos, sino también de energía, petróleo, plásticos, computadoras, bienes y servicios de todo tipo.
El mundo enfrenta uno de los mayores desafíos desde le época de la Revolución Industrial en 1780. Esta atravesando la crisis del crecimiento y en este punto todo se convierte en limitante para el desarrollo de las naciones, empezando por la energía, el petróleo, los alimentos, la infraestructura y las comunicaciones.
No hay forma de comparar la situación que se vive hoy en el mundo con lo sucedido siglos atrás. Y es por este motivo que se hace muchas veces impredecible el análisis de las tendencias futuras, tanto de la oferta como de la demanda global de todo tipo de productos.
Este crecimiento económico trae aparejado un aumento del poder adquisitivo de la población y una sustancial mejora del ingreso per cápita, lo que produce en forma inmediata una mayor demanda de alimentos con mayor valor agregado y mejor poder calórico y nutricional.
El consumo de carnes rojas y blancas en importantes franjas de la población de China, la India y Asia Pacifico, ha incorporado al mercado consumidor cientos de millones de personas que no quieren volver a su situación previa. En este contexto la Argentina ocupa un lugar de privilegio en el mercado mundial de agroalimentos, integrando el reducido núcleo de países productores y exportadores.
Existen tres países que exportan productos derivados de la soja, y la Argentina es el principal oferente mundial. Existen no más de 5 países que exportan carne vacuna y la Argentina podría haber llegado a ocupar un lugar entre los primeros, pero ha sido superado ampliamente por la política agroexportadora implementada por Brasil, y también desplazado por las exportaciones de carne vacuna de la India (el país de las vacas sagradas), hoy tercer exportador mundial. Hasta Uruguay, con una superficie menor a la provincia de Buenos Aires, ha desplazado a la Argentina en el mercado internacional de carnes, y muy rápidamente lo hará también Paraguay, y si nos descuidamos Bolivia.
¿Qué nos pasa a los argentinos que no podemos ver la realidad y por dónde pasa hoy el mundo?
Mientras se discutía un sistema de recaudación que consideraba al sector agropecuario como un sector cautivo y de baja capacidad de reacción, el resto del mundo seguía avanzando y generando políticas de fomento a la producción y exportación de alimentos. Como ha sido el caso de Brasil, con Lula anunciando créditos a la producción por mas de US$ 45.000 millones. Y sin mucho dinero el caso de Uruguay, que implemento un sistema de producción de carne garantizando un precio accesible a la población para los cortes populares pero sin descuidar la exportación. Por el contrario fomentando la exportación de carnes se consigue bajar el precio de los costos internos. Esto lo esta haciendo Uruguay, Brasil, EE.UU., Canadá, la India, y hasta Zimbawe, tan difícil es de entender.
Mientras se discutía un sistema de recaudación que consideraba al sector agropecuario como un sector cautivo y de baja capacidad de reacción, el resto del mundo seguía avanzando y generando políticas de fomento a la producción y exportación de alimentos. Como ha sido el caso de Brasil, con Lula anunciando créditos a la producción por mas de US$ 45.000 millones. Y sin mucho dinero el caso de Uruguay, que implemento un sistema de producción de carne garantizando un precio accesible a la población para los cortes populares pero sin descuidar la exportación. Por el contrario fomentando la exportación de carnes se consigue bajar el precio de los costos internos. Esto lo esta haciendo Uruguay, Brasil, EE.UU., Canadá, la India, y hasta Zimbawe, tan difícil es de entender.
En el mundo el acceso al fuego se produce a partir de métodos más seguros y modernos, ¿por qué los argentinos seguimos tratando de prender el fuego mediante la fricción de dos ramitas?
Fuente: Por Pablo Adreani Para el Diario LA NACION