La gestión Macri decidió ponerle fin al contrato investigado por sobreprecios e irregularidades.
Usina de Río Turbio, la promesa del Gobierno K que nunca se cumplió. Foto Maxi Failla.
La Usina Térmica de Río Turbio, considerada en la Justicia como un “emblema de la corrupción”, cumplió dos años detenida y el Gobierno de Mauricio Macri decidió ponerle fin al contrato investigado por sobreprecios e irregularidades administrativas.
La Resolución 144/2018 del Ministerio de Energía rescindió la obra a cargo de la firma Isolux Corsán. La misma debía generar 240 megavatios que se inyectarían al interconectado nacional. La construcción nunca finalizó y la empresa española entró en concurso preventivo en su país.
Con la rescisión del contrato del Estado con Isolux Corsán se cierra un ciclo. Isolux fue una constructora que ganó millonarios contratos durante la anterior gestión. Dentro de las obras, una de las más controvertidas fue la usina a carbón de Río Turbio. Las irregularidades que rodean a la misma son parte de la causa en la que Julio De Vido fue procesado por administración fraudulenta y por la que se encuentra detenido.
Antes de retirarse del ministerio de Planificación Federal, De Vido solicitó que se realice un estudio de factibilidad para que la usina funcione de manera dual, incorporando una red de gas para el encendido de las calderas y casos de emergencia. Esto representaba una erogación de $ 3.950 millones final, que incluía la reconversión de las calderas fabricadas para funcionar solo a carbón. Además iba a generar una demanda gasífera elevada, en medio de un momento energético complicado.
El actual gobierno decidió que las dos calderas operen únicamente a carbón, exigiendo que Yacimientos Carboníferos Río Turbio (YCRT) produzca 112.320 toneladas mensuales para alimentar la usina. Ahora quedarían pendientes unos $ 1.000 millones para concluir la puesta en marcha de la termoeléctrica. Hoy YCRT está en pleno conflicto por un plan de reducción de gastos y no está produciendo.
La obra emplazada a metros de la mina de carbón estatal Yacimientos Carboniferos ( YCRT ) actualmente sin trabajar. Foto. Maxi Failla
Con la obra detenida desde que el kirchnerismo dejó la Casa Rosada, la Resolución 144/2018 del ministerio que conduce Juan José Aranguren, señala que la usina se encuentra "inconclusa y requiere de no menos de 24 meses para su terminación, con un avance físico del 85 % de la obra principal". Se señaló que aún "sin avance alguno de algunas variantes aprobadas y los trabajos interrumpidos desde marzo de 2017", se tomó la decisión de rescindir el contrato.
El Ministerio de Energía remarcó en la resolución que Isolux "no ha cumplido con su obligación de ejecutar, mantener y reparar las obras conforme a los pliegos licitatorios y las instrucciones y recomendaciones de los fabricantes, por lo que algunos equipos presentan daños y deterioros".
Este proyecto fue una de las grandes promesas energéticas de Cristina Kirchner, que sólo logró inaugurar una caldera en plena campaña, que el 30 de noviembre Isolux decidió apagar por la falta de carbón para generar los 120 MW. El desafío que queda por delante es que YCRT genere por mes más de 100.000, una cantidad a la que durante los últimos años nunca se llegó. Según la denuncia contra De Vido, la producción de carbón durante el kirchnerismo cayó en un 84%. Sus niveles de extracción volvieron a los que tenía en 1953.
El Gobierno esperó durante meses que Isolux Corsán -que entró en concurso de acreedores en España donde tiene su casa matriz- defina la situación en su sede en Argentina, la cual no se normalizó y generó que la obra lleve dos años sin avance. "Como consecuencia del vencimiento de los plazos, la Contratista ha perdido las garantías de los fabricantes de los principales equipos de la obra (calderas, turbinas, generadores, bombas de alta presión de alimentación de agua de calderas, condensadores y transformadores)", indica la resolución publicada hoy en el Boletín Oficial.
Con el contrato rescindido, el Gobierno tomará posesión de la obra, así como la "elaboración del inventario, con citación de los representantes legal y técnico del Contratista, bajo apercibimiento de hacerlo sin su presencia". Analiza además "los daños y perjuicios ocasionados al Estado" que podría derivar en una denuncia.
La usina está bajo investigación por sobreprecio y está siendo peritada. Según el informe oficial, su valor inicial era de 957 millones de dólares, pero las once variaciones de costos con impuestos incluidos “incrementaron el 90,28 % el contrato original”. Según la SIGEN, el monto de la usina de 240 MW a la fecha es de 1.726 millones de dólares, suma que “triplica el costo internacional promedio que se estima en 2,4 millones de dólares por MW”.
No es el único contrato que pierde Isolux. El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires le quitó la obra del Bajo porteño y Vialidad Nacional dio de baja la adjudicación de una ruta en Chubut.
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