(Dialogo) - Por Dra. Mirlis Reyes Salarichs, profesora de Estudios Económicos del Colegio Interamericano de Defensa
En Latinoamérica existe una experiencia industrial y de innovación acumulada en el sector militar, la cual constituye una ventaja que debe ser conservada y potenciada.
El primer avión EMB 110 Bandeirante fue producido en Brasil en 1971.
La innovación es la clave del desarrollo económico. En el ámbito de seguridad y defensa, innovar constituye también un requerimiento básico, pues permite aumentar las capacidades operativas y disminuir las incertidumbres. Al igual que en el sector empresarial, donde el capital tecnológico gana relevancia ante la fuerza laboral, es preferible contar con alta tecnología militar que con efectivos numerosos.
El E-Jet Embraer fue presentado en el Festival del Aire de París en 1999, y comenzó su operación comercial en 2004.
Por lo general, la innovación prospera en zonas o ciudades donde las economías de aglomeración pueden ser maximizadas por medio de conglomerados industriales. El ejemplo paradigmático es Silicon Valley en California, donde se concentran varias empresas líderes del sector de biotecnología, microelectrónica y tecnologías de la información. Otro caso significativo en Estados Unidos es Science Applications International Corporation (SAIC), que se encarga de la investigación y tecnología aplicada al sector militar y civil. SAIC trabaja estrechamente con el Departamento de Defensa de los Estados Unidos, uno de sus principales clientes.
En Latinoamérica existe una experiencia industrial y de innovación acumulada en el sector militar, la cual constituye una ventaja que debe conservarse y potenciarse. El reto en este caso es contar con insuficientes fuentes de financiamiento, lo cual obliga a la especialización de la industria en segmentos de mercado determinados o a la concentración de la producción a gran escala. Es aquí precisamente donde los conglomerados desempeñan un papel crucial.
Dentro de los grupos industriales de defensa, las empresas comparten tecnologías e información generándose un entorno de confianza mutua. Una mayor diversidad dentro de los conglomerados industriales de defensa multiplica las posibles fuentes de financiamiento para la inversión y fomenta la innovación con una mayor variedad de estrategias y tecnologías. En este sentido, los grupos industriales de defensa deben convertirse en un espacio donde se promueva la colaboración entre el sector militar y civil dedicados a la innovación tecnológica.
¿En qué radica el éxito de Embraer como grupo?
Desde sus orígenes, la Empresa Brasileña de Aeronáutica (Embraer) tuvo la particularidad de ser concebida por el Gobierno de Brasil para que impulsara el desarrollo tecnológico de la aeronáutica junto con otras dos entidades: el Comando General de Tecnología Aeroespacial (CTA) y el Instituto de Tecnología Aeronáutica (ITA), situados en São José dos Campos. Como antecedente a la fundación de la empresa tenemos el Proyecto IPD-6504, también conocido como EMB-110 Bandeirante, en el seno del CTA. El resultado fue la construcción de un avión bimotor pequeño de transporte, que se podía utilizar en pistas de despegue y aterrizaje sin asfaltar, lo cual respondía muy bien a las condiciones de las diferentes regiones del país. Los costos operativos eran bajos y requerían un mínimo de auxilio a la navegación.
Así surgió la necesidad de crear un sistema empresarial que se ocupara de la producción en serie del Bandeirante. La intención inicial fue dejarlo en manos de los sectores privados, pero ante la negativa de estos, el Gobierno creó Embraer en agosto de 1969. La empresa se fundó como una sociedad mixta (51 por ciento de capital estatal) y se implementaron una serie de políticas para atraer la inversión del sector privado.
Uno de los mayores obstáculos fue la falta de confianza en el proyecto, pues los mismos brasileños subestimaban sus propias capacidades innovadoras. Estas son las principales medidas que tomó el Gobierno:
- Se facilitaron líneas de crédito para la producción y demanda a bajas tasas de interés y con plazos preferenciales por parte del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social.
- El Estado garantizó la compra de las “series iniciales” a través de las Fuerzas Armadas y compañías aéreas regionales. Además, la Fuerza Aérea cooperó con pagos anticipados y asumió el riesgo de la inversión de nuevos productos.
- Las ventas de la empresa en el mercado internacional se protegieron por medio de políticas arancelarias.
- El Estado dio una autonomía total de administración al grupo empresarial.
El KC 390, en la línea de producción de Embraer.
Las medidas del Gobierno no solo atrajeron a inversionistas privados, sino que fueron decisivas para el buen funcionamiento del grupo en su primera etapa. Hay que tener en cuenta que en esa época Brasil no contaba con una base industrial fuerte en el sector. A pesar de los beneficios, algunos autores como Aureliano da Ponte subrayaron los efectos negativos de las medidas en la comercialización de los productos a nivel nacional.
Esto se refleja en el hecho de que Embraer vendió muchos más aviones en el extranjero que en Brasil. No obstante, la estrategia industrial del Gobierno de respetar el espacio de los inversionistas privados, incluso en los grupos de defensa, generó un complemento virtuoso entre el sector público y privado que potenció la innovación tecnológica.
A lo largo de su historia, Embraer ha enfrentado diferentes escenarios adversos, como la crisis de 1990, luego de algunos proyectos fallidos, que fue resuelta con la privatización y un cambio de la estrategia empresarial. Actualmente continúa operando con capital mixto y es líder en mercados de aeronaves de tipo comercial, ejecutivo y de defensa, las cuales sobrevuelan más de 90 países.
En el sector específico de defensa, Embraer desarrolla sistemas para misiones aéreas y terrestres, teniendo como clientes principales a las Fuerzas Armadas de Brasil, México, India y Grecia. La flexibilidad demostrada para adaptarse a los nuevos requerimientos del momento, la relación de cooperación con entidades estatales, privadas y de investigación, así como el enfoque hacia los mercados externos han contribuido a que Embraer ocupe el tercer lugar en el mundo en su sector, solamente superada por Boeing y Airbus.
Super Tucano y más
Embraer fabrica el Super Tucano A-29, la única aeronave ligera de ataque en el mundo con un certificado de tipo militar por parte de los Estados Unidos. En septiembre de 2014, 20 aeronaves arribaron a la Basea Aérea Moody, en el estado de Georgia, EE. UU. para el entrenamiento de pilotos afganos.
“Embraer se ha consolidado como una empresa líder del sector aeronáutico. Nos enorgullece haber nacido de un proyecto de la Fuerza Aérea Brasileña (FAB), con la que mantenemos una proficua asociación de más de 40 años. Tenemos una amplia línea de productos y soluciones que están presentes en diversos países de las Américas, como el Super Tucano A-29”, afirma Jackson Schneider, presidente y director ejecutivo de Embraer Defensa y Seguridad. “Actualmente estamos desarrollando, junto con la FAB, el avión de transporte militar táctico y de reabastecimiento en vuelo KC-390, lo que representa un importante avance en términos tecnológicos y de innovación".
*Artículo adaptado de “Los grupos industriales de defensa como impulsores de la innovación tecnológica en América Latina” (Reyes-Salarichs, 2015).
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