Por Gabriel Bermúdez - Clarin.com - Estuvo en reparaciones casi dos meses. Se sumará a los dos buques que siguen con el rastrillaje en el mar.
Después de casi dos meses, la ayuda extranjera para buscar al ARA San Juan sumará un nuevo aporte a la Armada argentina, que coordina su búsqueda desde que desapareció el 15 de noviembre. Este fin de semana el sumergible ruso Pantera Plus -operado en forma remota- se reincorporará a la tarea que dejó por razones técnicas a comienzos de febrero.
Se acoplará a las dos únicas naves que vienen participando del operativo: el buque oceanográfico Yantar, que también pertenece a la Federación Rusa y el destructor La Argentina, de la Armada nacional.
Este refuerzo de las operaciones para dar con el submarino llega días después de que familiares de la tripulación exigieran, ante la comisión investigadora creada en el Congreso, que el Gobierno contrate a la empresa venezolana Sistemas Electrónicos Acuáticos para sumarla al operativo. En ese encuentro hubo críticas al plan de la Armada para hallarlo y que coordina el Comando de Operaciones de Adiestramiento y Alistamiento desde la base de Puerto Belgrano.
Allí se encontraba, desde el fin de semana del 10 de febrero, el ROV (Vehículo Operado Remotamente, en inglés) con su tripulación de nueve efectivos que viaja a bordo del aviso ARA Islas Malvinas. En aquel momento, se supo que el ingreso a Puerto Belgrano se debía a que el minisubmarino ruso iba a ser sometido a arreglos, pero luego la Armada confirmó que el aviso también precisaba reparaciones, por lo que debió acceder a uno de los diques del arsenal naval, donde se realizan esas tareas. Los trabajos demandaron tres semanas de labor y el Islas Malvinas dejó el dique de carena el jueves 22.
La puesta a punto del Pantera Plus sumó una demora inesperada, debido a que los repuestos requeridos por Rusia debían llegar desde el Reino Unido. El conflicto diplomático entre Londres y Moscú, a raíz del caso del ex espía ruso envenenado en Salisbury, retrasó el pedido, según pudo saber Clarín. Tras una semana de alistamiento, finalmente el aviso y el ROV lograron zarpar, aunque, a minutos de salir, el motor del Islas Malvinas sufrió una avería, finalmente reparada, lo que demoró unas horas su reincorporación al operativo coordinado por el COAA.
La tarea del Pantera Plus, que puede bajar hasta 1.000 metros, consiste en verificar con una cámara si los contactos que detectan los sonares de los buques tienen alguna relación con el submarino. Con ese objetivo, el ROV es introducido al mar entro de una estructura de acero de la cual es liberado, al alcanzar la profundidad operativa. A partir de ese momento, un cable de 200 metros lo mantiene conectado al recinto, con el cual será subido nuevamente al aviso, al terminar la misión. Las imágenes que el ROV recoge sobre el lecho marino viajan a través de ese cable y son vistas en tiempo real dentro una sala especial montada sobre la cubierta del Islas Malvinas.
Sin la ayuda rusa, no habría forma de comprobar sobre el lecho marino si los indicios que aparecen en los radares y sonares multihaz o de barrido lateral de los buques asignados al operativo se relacionan con el San Juan. Hasta el momento, esa tarea estaba a cargo solo del Yantar, que entre el 10 y el 20 de este mes debió dejar la zona de búsqueda para reaprovisionarse de víveres y combustible en Buenos Aires y Montevideo.
Paralelamente, una jueza de Caleta Olivia avanza en la investigación de las responsabilidades sobre la desaparición del submarino. En tanto que en los tribunales federales de la Capital Federal, el juez Luis Rodríguez debe definir si hay motivo para abrir un expediente contra el ministro de Defensa, Oscar Aguad, por presunto “encubrimiento” y “abandono de persona”, como denunció el padre de un tripulante del ARA San Juan.
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