Por Natasha Niebieskikwiat - Diario Clarín
Hay 45 vacantes y apenas 14 aspirantes. Es por las dificultades para vivir en la base.
Para militares, científicos y técnicos argentinos, participar de
una campaña antártica ha sido por más de un siglo motivo de orgullo
nacional, además de una experiencia extraordinaria de nivel
internacional en un lugar exótico y que suele dar currículum. Junto a
las denuncias por irregularidades que saltaron en el verano, tras el
cambio en el modo de contratación de los medios que venían realizando la
campaña antártica desde el incendio del buque Almirante Irizar en 2007,
se viene dando un nuevo fenómeno que marca otras pautas del deterioro.
El jefe del comando de operaciones de la Fuerza Aérea debió extender el plazo de la convocatoria a cubrir puestos en la emblemática base Marambio para la campaña 2013 - 2014, y que venció la semana pasada.
Clarín supo de fuentes que reclutan a los nuevos aspirantes que sólo se presentaron 14 interesados cuando la dotación debe reunir 45 aproximadamente. “Casi nadie quiere venir porque saben que casi no hay comida, que no hay calefacción, y hay poco combustible. Cero comodidades en un lugar hostil y pagan una ‘miseria’ (entre 9000 y 11.000 pesos para los civiles incluyendo el suplemento antártico) comparado con otros países que consideran ir a la Antártida un trabajo de prestigio”, dijo una fuente ligada a la campaña. Es Marambio la que permite tomar el puso del escaso entusiasmo porque en las otras la postulación se apunta desde la dirección de Personal de Defensa, por lo que si algunos la rechazan hay suplentes.
Clarín supo que las otras bases “vienen bien por ahora”, pero a la mayoría no le llegó nunca el 100% de la carga, dado los problemas de la demorada campaña antártica 2012-2013, que incluso derivó en la apertura de una investigación judicial que involucra al ministro de Defensa, Arturo Puricelli.
En los últimos meses Orcadas y San Martín fueron las bases más comprometidas con las fallas de la campaña.
En la primera incluso se llegó advertir que estaba al borde la emergencia por la escasez de insumos. Defensa siempre negó y en cambio culpabilizó a los medios de hacer ruido con ello. Sin embargo, hasta la empresa rusa que realizó la campaña desde 2007 y fue desplazada de un plumazo en diciembre recurrió a la justicia.
Marambio tiene combustible hasta setiembre, y ahora la quieren abastecer por modo aéreo lo que viene convirtiéndose en la “norma” para la Argentina cuando en realidad entraña graves peligros medioambientales. Debido a ello van a racionar el combustible. Ello significa no calefaccionar todos los espacios, como los baños, lo que implicaría a su vez cañerías congeladas, agua helada y otros sacrificios.
El jefe del comando de operaciones de la Fuerza Aérea debió extender el plazo de la convocatoria a cubrir puestos en la emblemática base Marambio para la campaña 2013 - 2014, y que venció la semana pasada.
Clarín supo de fuentes que reclutan a los nuevos aspirantes que sólo se presentaron 14 interesados cuando la dotación debe reunir 45 aproximadamente. “Casi nadie quiere venir porque saben que casi no hay comida, que no hay calefacción, y hay poco combustible. Cero comodidades en un lugar hostil y pagan una ‘miseria’ (entre 9000 y 11.000 pesos para los civiles incluyendo el suplemento antártico) comparado con otros países que consideran ir a la Antártida un trabajo de prestigio”, dijo una fuente ligada a la campaña. Es Marambio la que permite tomar el puso del escaso entusiasmo porque en las otras la postulación se apunta desde la dirección de Personal de Defensa, por lo que si algunos la rechazan hay suplentes.
Clarín supo que las otras bases “vienen bien por ahora”, pero a la mayoría no le llegó nunca el 100% de la carga, dado los problemas de la demorada campaña antártica 2012-2013, que incluso derivó en la apertura de una investigación judicial que involucra al ministro de Defensa, Arturo Puricelli.
En los últimos meses Orcadas y San Martín fueron las bases más comprometidas con las fallas de la campaña.
En la primera incluso se llegó advertir que estaba al borde la emergencia por la escasez de insumos. Defensa siempre negó y en cambio culpabilizó a los medios de hacer ruido con ello. Sin embargo, hasta la empresa rusa que realizó la campaña desde 2007 y fue desplazada de un plumazo en diciembre recurrió a la justicia.
Marambio tiene combustible hasta setiembre, y ahora la quieren abastecer por modo aéreo lo que viene convirtiéndose en la “norma” para la Argentina cuando en realidad entraña graves peligros medioambientales. Debido a ello van a racionar el combustible. Ello significa no calefaccionar todos los espacios, como los baños, lo que implicaría a su vez cañerías congeladas, agua helada y otros sacrificios.
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