Por Fernando Bertello - LA NACION
El Gobierno demora la aprobación de licencias y propuso a las multinacionales incorporar partes argentinas
Preocupado por la creciente participación de los productos importados en el mercado local de maquinaria agrícola, el Gobierno está demorando el otorgamiento de licencias no automáticas y, además, les pidió a los importadores que aumenten el componente de fabricación local o que armen alguna parte en el país. El régimen de licencias no automáticas fue instrumentado por el Ministerio de Industria en el sector a principios de 2009. Pero fue ineficiente para cambiar la situación del sector.
Hoy, sólo entre 20 y 25 por ciento de los tractores que se comercializan en el país es de fabricación local, mientras que en cosechadoras la participación de las máquinas de origen argentino no supera el 20 por ciento. Brasil, que tiene varias multinacionales instaladas en su territorio, es uno de los principales abastecedores de esos equipos. En el caso de las sembradoras la situación es exactamente a la inversa: en este rubro la industria argentina captura más del 90 por ciento del mercado.
Cuando se establecieron las licencias, se estipuló que se aprobarían en el término de 60 días. Pero un año después no todas se obtienen en ese plazo. Por el contrario, hay autorizaciones que demandan entre 60 y 90 días, o aun más. "La tramitación no tiene una secuencia estricta de aprobación a los 60 días. Hay momentos de mayor velocidad [en el otorgamiento de las licencias] y otros de tardanza", subrayó Christian Lancestremere, presidente de la Asociación de Fábricas Argentinas de Tractores (AFAT), entidad que agrupa a empresas multinacionales fabricantes de maquinaria agrícola.
Recientemente, la AFAT expresó que la gestión de las licencias genera "gran preocupación en todas las empresas" y que las demoras en la aprobación de aquéllas "impactan en forma directa en los productores, generándoles pérdidas, lo que a su vez afecta la economía del país". Según Lancestremere, pese a este contexto la comercialización no se encuentra bloqueada.
Además de controlar la maquinaria importada a través de las licencias no automáticas, el Gobierno envió a las empresas multinacionales otro mensaje. Dijo que le interesa que las compañías incorporen mayor cantidad de componentes nacionales a las máquinas que venden o que consideren una fabricación o ensamblado local. "El Gobierno señaló que sería interesante pensar en una mayor integración con componentes (varias multinacionales usan proveedoras locales de ciertas partes de una máquina) o la fabricación", contó Lancestremere.
En la actualidad, algunas empresas ya van por ese camino. Es el caso de John Deere, que produce motores cerca de Rosario y los exporta a varios países, entre ellos Brasil, donde fabrica tractores y cosechadoras. A su vez, el grupo Agco, cuyas marcas son Challenger, Massey Ferguson, Valtra y Agco Allis, fabrica aquí modelos de tractores que llevan este último nombre. Por su parte, Case-New Holland se abastece con componentes locales para varios de sus equipos.
Al parecer, quien actuó de vocero oficial fue Eduardo Bianchi, secretario de Industria, hombre con quien dialogan los representantes de las firmas internacionales. Según contó Lancestremere, las empresas todavía "no tomaron una posición" frente al planteo. En realidad, poner en marcha una línea de montaje no es algo que se pueda definir de un día para el otro. "Cualquier producción de una multinacional requiere un análisis muy profundo; ninguna trabaja a corto plazo", afirmó el presidente de la AFAT.
No pocos especialistas coinciden en que, a la hora de decidir, un asunto no menor es la incidencia de la escala de producción. En Brasil, por ejemplo, donde la mayoría de las multinacionales tiene fabricación, hay un importante mercado para tractores y cosechadoras. En rigor, allí este año se van a vender unos 60.000 tractores, contra 5700 en la Argentina. En cosechadoras, Brasil va a tener en 2010 un mercado de unos 5000 equipos, frente a 1200 de la Argentina.
Esta política de protección da continuidad al control de las importaciones que el Gobierno aplica también en alimentos, juguetes y textiles.
-US$ 1090 Millones: Fue la facturación del mercado interno de maquinaria agrícola en 2009. Se vendieron equipos argentinos por 646 millones e importados por 444 millones.
-75/80% Importados: Es el porcentaje de participación de mercado de los equipos importados, en el caso de tractores y cosechadoras.
-65% Brasileños: Es la participación de equipos de Brasil en el total de importaciones. El resto viene de EE.UU., Alemania, Bélgica e Italia.
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lunes, 9 de agosto de 2010
Equipos para el campo: Limitan la importación de maquinaria
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