Por Pedro Paulin - Diario Clarín
Fuertes cambios en una zona olvidada: Corría encajonada entre las típicas veredas elevadas. Las nivelaron, y repavimentaron la avenida de punta a punta. Colocaron iluminación y más árboles. Los vecinos dicen que ya repunta el comercio.
Era una postal del viejo Sur porteño, ese de las inundaciones, el asfalto siempre poceado y ondulado. Y las veredas con escaleras y enormes desniveles –contra las inundaciones– que hacían que salir a caminar fuera un problema . Después de 14 meses de obras y una inversión superior a los $ 50 millones, la avenida Patricios que divide Barracas de La Boca, cambió su cara . Las veredas y el asfalto de sus 21 cuadras fueron nivelados con tres capas de hormigón para poder elevar el nivel de la calle más de 60 centímetros en algunas cuadras. Así se terminó con los saltos entre la vereda y la avenida que durante tantos años habían afectado la actividad comercial y complicado a la gente.
Clarín recorrió la zona junto a varios vecinos que viven sobre la avenida, que se mostraron muy conformes con las mejoras. “No se podía caminar, ya la actividad comercial se caía por la propia decadencia del asfalto, y las veredas estaban todas muy deterioradas”, dijo Hugo Olmos, de 54 años, dueño de un restorán en la esquina de Patricios y Olavarría. Allí concluyó en julio pasado la primera fase de la obra, por casi $ 26 millones, que había arrancado desde Pedro de Mendoza. Los fondos salieron de la estatal AUSA, que controla las autopistas porteñas. Como parte de los trabajos, colocaron nueva iluminación, se puso un “cordón vibrante” en el centro de la avenida para separar los carriles y plantaron jacarandás, quintuplicando los que había. “Ahora volvimos a pertenecer a Capital, este año llovió y no se inundó, y hasta influye comercialmente. Voy a poner mesas afuera para la gente”, contó Olmos.
La segunda parte de la obra llega hasta la avenida Martín García, donde nace el histórico Parque Lezama. Su costo fue de más de $ 27 millones, y eran las zonas donde el asfalto estaba más dañado . Las veredas rotas se levantaron y colocaron nuevas, en algunos casos de seis metros de ancho. “El cambio es radical, tenemos veredas amplias que fueron totalmente reparadas y se ve mucha más gente caminando”, dijo Jorge Do Rosario, de la Asociación Amigos de la Avenida Patricios.
Para el operador inmobiliario Marcelo Di Mitrio, las mejoras serán positivas. “La avenida Patricios resulta ser el límite entre La Boca y Barracas, dos barrios con realidades inmobiliarias muy diferentes. Así, durante las últimas décadas la avenida Patricios ha operado como una dura barrera entre ambos”, comentó. Ahora, esa parte de la postergada zona sur genera nuevas expectativas en los vecinos. Varios de los consultados por este diario aseguraron que, como fue hasta 1980 e incluso desde principios del siglo XIX, volverá a ser una zona con un fuerte crecimiento comercial. Muchos todavía tienen presentes las imágenes de la fábrica Alpargatas y las grandes tiendas textiles que poblaron la avenida por años, hasta que las importaciones de fines del siglo pasado las liquidó. Luego llegó un pequeño resurgimiento, con los outlets de los 90, pero la avenida nunca recuperó el brillo de sus años dorados.
Otra arista de la inversión fue la iluminación y el sistema hidráulico, ya que la zona solía inundarse con cada lluvia importante. Por eso, se llevó a cabo una obra de mejora en los caños para lograr un mejor desagote.
Pero no todo son rosas . Dante Cironel, de 60 años, elogió los trabajos pero remarcó que algunas baldosas ya se están aflojando, comentario que varios vecinos confirmaron. Y el dueño de una ferretería sobre Patricios señaló otro inconveniente: “como el asfalto está muchísimo mejor, de noche esto es una autopista, tienen que poner más semáforos porque hay más choques que antes”.
El ministro de Desarrollo Urbano, Daniel Chain, remarcó: “desde que asumimos, invertimos mucho más en el tercio del Sur de la Ciudad que en el Norte, y esta obra lo demuestra”. A lo largo de la avenida se nota un repunte de la actividad comercial, donde están surgiendo nuevas actividades. Las escaleras que debían subir los vecinos para ir a hacer sus compras o comer afuera hacían que, por ejemplo, los mayores de edad, las mujeres con carritos de bebés o quienes tenían problemas de movilidad se vieran imposibilitados de llegar.
Es el caso de Ilda Franchini y Marisel Mechay, una jubilada y la otra pensionada, que recorrían la avenida mirando contentas las refacciones. “A los que somos mayores nos cambió la vida poder caminar tranquilos sin riesgo de caernos por la calle”, comentó Ilda. Desde esta semana, ya se autorizó el paso de varias líneas de colectivos que le devolvieron vida a la avenida. Y si se termina de cumplir lo prometido desde el Gobierno porteño, el barrio verá la inauguración a fin de mes, depende de las lluvias . Así, aquella dura barrera entre Barracas y La Boca comenzará a borrarse y la zona terminará de conectarse con el resto de la Capital.
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martes, 15 de junio de 2010
Mejora Barracas tras la obra que renovó la avenida Patricios
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