La agencia espacial estadounidense probó con éxito la nueva cápsula Orión, para 6 tripulantes, y el vehículo de exploración lunar
Foto: Pruebas del Moonrover en el desierto de Arizona - Gentileza NASA
El deseo de regresar a la Luna después de casi 40 años y de pisar por primera vez un planeta como lo es el enigmático y misterioso Marte comienzan a materializarse a través de las pruebas que la NASA empezó a realizar con los nuevos vehículos que formarán parte de la próxima hazaña espacial del hombre.
Después de la ambiciosa presentación en febrero de 2006 del programa espacial Constellation, que llevará de nuevo al hombre a la Luna, la agencia espacial estadounidense avanzó en el diseño de la cápsula espacial Orión, que reemplazará a la legendaria y exitosa Columbia del programa Apollo, que junto con la nave Aquarius, permitió en seis oportunidades que 12 hombres visitaran la superficie selenita.
El programa Constellation utilizará dos cohetes llamados Ares I y AresV, a diferencia del único lanzador Saturno V empleado a finales de la década del 60. El Ares I es el encargado de llevar el módulo de comando Orión con hasta seis astronautas en su interior (a diferencia del Apollo de 1969 que sólo podía llevar a tres). El cohete Ares V, que sería lanzado tres días antes que el primero, tendrá como misión la de llevar el módulo de descenso Altair (como lo era el Aquarius). Este módulo albergará a los cuatro astronautas que pondrán un pie en la Luna, a diferencia de los dos que antes podían visitar la Luna.
"El programa Constellation es un ambicioso plan de la NASA donde se desarrollarán las naves espaciales, cohetes, cápsulas de descenso y vehículos exploradores que recorrerán la Luna, lo que supone una nueva generación de exploradores, robots, módulos, equipamiento, trajes, sistemas de soporte de vida y de comunicaciones", dijo a LA NACION el ingeniero Bill Bluthman, director de pruebas vehiculares de la NASA en el Centro Espacial Johnson, de Houston, Estados Unidos.
Bluthman contagió en su charla el entusiasmo que tiene la NASA con cada nuevo prototipo que sale a la luz para ser probado. Uno de los últimos avances que aprobaron el examen fue el nuevo sistema de anulación de lanzamiento (MLAS, por sus siglas en inglés) que fue probado en las islas Wallops, en el Atlántico, el mes último y que permite la eyección de la cápsula en la que viajarán los astronautas en cualquier momento del despegue, considerada la etapa más peligrosa de la misión.
El especialista explicó que Orión fue lanzada a 1600 kilómetros de altura, y luego cuatro motores auxiliares permitieron el escape de la cápsula no tripulada en siete segundos del cohete principal. Además, se probó la estabilización de la caída, la apertura de los paracaídas y el apagado de los motores. "Por otra parte, la nueva nave tripulada podrá ser reutilizable hasta en diez viajes seguidos y tendrá paneles solares adosados a su estructura, que permitirán generar la energía suficiente para el viaje de ida y vuelta de cuatro días de duración cada uno", indicó Bluthman.
Foto: Módulo OriónCon el desarrollo de la nueva generación de cohetes Ares y las cápsulas Orión y Altair, la NASA espera comenzar las pruebas de vuelo en el espacio a partir de 2015, con viajes frecuentes a la Estación Espacial Internacional y luego, en 2020, a la Luna. A principio de año, la NASA reveló uno de sus secretos mejor guardados, al presentar el nuevo vehículo lunar que permitirá a los astronautas recorrer grandes distancias, sin la necesidad de vestir los incómodos trajes espaciales. Los científicos probaron el vehículo de exploración presurizado, montado en 12 ruedas, en un rocoso sector del norte de Arizona, escogido por su similitud con la superficie de la Luna. El explorador funciona a batería y viaja a una velocidad de hasta 10 kilómetros por hora.
Hasta ahora, Estados Unidos lleva la iniciativa para regresar a la Luna con un programa aprobado y la experimentación de nuevos vehículos, pero no se sabe aún si el proyecto incluirá a otros países, dada la ambiciosa meta. El 2020 es el año del regreso a la Luna. Si se cumple esa meta, que incluye la instalación de una base y la exploración del terreno lunar, la siguiente meta será llegar a Marte antes de mediados de siglo. 100.000 Millones de dólares, es el presupuesto estimado para el desarrollo, la construcción y la prueba de los nuevos cohetes, vehículos exploradores, trajes espaciales y sistemas de comunicación que serán utilizados en el programa Constellation.
Fuente: Victor Ingrassia LA NACION
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