viernes, 9 de enero de 2009

La Armada estadounidense prueba nuevas lanchas comando

El Grupo Ribereño 1 (RIVGRU1) de la Armada de los EEUU, está realizando las pruebas de su primera Lancha Ribereña Comando (RCB), que proveerá a este tipo de escuadrones la capacidad de operara no solamente en ríos, sino en bahías y regiones costeras. Se procura así expandir las capacidades de comando y control, y el alcance de los escuadrones ribereños en tareas de seguridad marítima.
La RCB-1, recibida en octubre, está apuntada al mejoramiento de la seguridad marítima. Por su versatilidad, ofrece la posibilidad de empleo primario en misiones de combate, en tareas de patrullado, como central de informaciones de combate, o aún con configuración de lancha ambulancia. Está diseñada para abordar diferentes tipos de costas, incluidas las rocosas, para embarcar o desembarcar personal en cualquier área. “El diseño y construcción básica del casco permite a la embarcación operar en ambientes que van desde el mar abierto, hasta ríos poco profundos”, sostuvo Michael Flanagan, ingeniero de las RCB.

“Esto significa que seremos capaces de lanzarnos desde tierra o desde un buque, con posibilidad de operar en casi cualquier ambiente en el que se nos requiera. La palabra clave es versatilidad”- La tripulación normal de las RCB es de 3 a 5 personas, con comodidad para embarcar hasta 15 efectivos. La embarcación es la primera de una serie de seis. El análisis de los requerimientos de las misiones determinará cuántas RCB deberán asignarse a cada escuadrón.
El capitán de fragata Raul Gandara, Jefe de Estado Mayor del RIVGRU1, explicó que “las RCB serán usadas para el comando y control de las fuerzas ribereñas, en las zonas de deltas y bahías donde ocurre la interfase entre las operaciones en aguas marrones y azules”. Las lanchas están equipadas con un montaje para armas pequeñas operadas en forma remota, en el que pueden instalarse una variedad de ametralladoras. De este modo se incrementa la seguridad al mantener al personal a reparo mientras se operan las armas. Posee también sistemas de puntería con enganche automático de blancos, que facilita y da mayor precisión al tiro en situaciones de mar gruesa u operaciones a gran velocidad. Varios otros montajes de tipo universal permiten también la instalación de ametralladoras o lanzadores de granadas de operación manual.
La cabina y otros espacios poseen blindajes para protección de los tripulantes y del compartimiento de máquinas, contra fuego de armas menores y fragmentos de explosiones cercanas. Tiene capacidad contra agentes QBN, merced a la posibilidad de presurizar su puente y alojamientos, al ingresar a una zona contaminada, Posee además facilidades de descontaminación en su interior.

Fuente: Navy News Service. (Traducido por NUESTROMAR de Maritime Today; 30/12/08)
NUESTROMAR

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