Los piratas de Somalia están embolsándose fortunas secuestrando barcos y exigiendo rescates a cambio de liberar a las tripulaciones. Fuentes oficiales estiman que, este año, la cifra se sitúa en torno a los US$150 millones.
¿Pero cómo se paga un rescate pirata en pleno siglo XXI?
El modo en que se negocia y se entrega el dinero a estos corsarios contemporáneos podría inspirar una película de acción de Hollywood. Las conversaciones son telefónicas, la mayoría vía satélite, pero en ocasiones incluso utilizan mensajes de texto. "No importa el modo en que se hace, siempre emplean a un intermediario", afirma Said Musa del servicio somalí de la BBC. "Y la confianza es la base de todo".
¿Pero cómo se paga un rescate pirata en pleno siglo XXI?
El modo en que se negocia y se entrega el dinero a estos corsarios contemporáneos podría inspirar una película de acción de Hollywood. Las conversaciones son telefónicas, la mayoría vía satélite, pero en ocasiones incluso utilizan mensajes de texto. "No importa el modo en que se hace, siempre emplean a un intermediario", afirma Said Musa del servicio somalí de la BBC. "Y la confianza es la base de todo".
Fahid Hassan, hombre de experiencia en esta clase de negociaciones, dice que tras abordar el barco, el primer paso que dan los piratas es contactar con los propietarios". "Todos los documentos importantes están en el barco, así que los piratas obtienen fácilmente toda la información que necesitan". "Las conversaciones son telefónicas, la mayoría vía satélite, pero en ocasiones incluso utilizan mensajes de texto. Pero los piratas no son los que negocian sino que pagan a alguien que a menudo es un pariente, alguien en quién confían", explicó.
"En el caso del Sirius Star hay dos negociadores. Algunas veces están en el barco, otras en la ciudad. El negociador debe trabajar, trabajar y trabajar hasta conseguir el dinero, una tarea bastante ardua. Es difícil satisfacer tanto al dueño como a los piratas". "Pero una vez que se entrega el dinero el negociador recibe una parte, la misma que los piratas. Todos en el barco reciben la misma cantidad".
Hassan dice que, años atrás, el pago se recibía por transferencia, pero que ahora los dueños de los barcos deciden contratar a una tercera persona para entregar el dinero directamente.
"Vienen al barco o los piratas van al suyo para realizar el intercambio de bolsas con efectivo", aclaró. "Después, los hombres que trajeron el dinero se marchan, abandonan el barco para que los piratas puedan contar el dinero. Algunos de ellos tienen máquinas para contarlo y para detectar billetes falsos".
Roger Middleton, especialista en la región del Cuerno de África cree que los propietarios contratan a profesionales, desde expertos negociadores a empresas privadas de seguridad, para la entrega del rescate. Los expertos negociadores cobran US$100.000 por sus servicios, mientras que los abogados se quedan unos US$300.000. "La mayoría son ex comandos militares británicos o australianos. Muchos son también sudafricanos", dijo.
Poco más se sabe de esta parte del proceso, ya que existe una regla no escrita entre estas empresas de seguridad de no divulgar nada al respecto. Comprensiblemente, aquellos implicados en la negociación tienen en cuenta la necesidad de sus clientes de mantenerlo todo en secreto dado que hay vidas en juego. Los piratas suelen tratar bien a la tripulación de los barcos que secuestran. No obstante, según el especialista, lo que se realiza a puertas cerradas, como las negociaciones, asuntos legales y seguros resultantes secuestro, tiene lugar en Londres.
Gavin Simmonds, jefe de asuntos internacionales de la Cámara Británica de Navegación, coincide con esta teoría, ya que Londres es el centro de la industria marítima. "Parece perfectamente probable que el dinero del rescate esté siendo facilitado por compañías de seguros con base en Londres", afirmó. Sin embargo, según Simmonds también se sabe de algunos intercambios realizados en Dubai. Los piratas piden que el rescate se entregue en dólares, normalmente en billetes de US$50 y US$100, afirman especialistas en este tipo de intercambios.
El marinero keniata Athman Said Mangore, quien fue capturado durante más de 120 días por piratas somalíes, dice que suelen tener muchas exigencias y algunas restricciones. "Algunas veces dicen que quieren exactamente US$208.000 en billetes de US$100". "No se por qué piden esto. Usualmente no les gustan los dólares que fueron impresos en 2000 o años anteriores. Si fue impreso en 1999 dicen: Esto no se puede usar en nuestra tienda", explicó.
Una vez que los propietarios del barco entregan el dinero, una firma privada de seguridad toma el control del asunto. No se sabe si la marina en aguas somalíes está coordinada con las empresas a cargo de gestionar el intercambio. Alquilan un barco remolcador, usualmente del puerto de Kenia o Mombasa, con el que se dirigen al norte hacia aguas somalíes. El personal de seguridad viaja con las bolsas de dinero y con suficiente armamento para mantenerlo a salvo. Una vez que se entrega, dejan solos a los piratas para que lo cuenten y permiten que se vayan del buque libremente.
"Por supuesto que las fuerzas de la marina en aguas somalíes deben estar al tanto de lo que pasa, ya que tienen sistemas espía y están observando los barcos secuestrados", afirma Middleton.
"Pero se desconoce si existe una coordinación entre los que pagan el rescate y la marina".
Joseph Odhiambo de la BBC en Mombasa afirma que, en al menos dos ocasiones anteriores, el dinero del rescate se entregó dejándolo caer desde el aire. También dice que otros pagos se transportaron desde el aeropuerto Wilson en la capital de Kenia, Nairobi, hasta Somalia en aviones transportando khat, una sustancia estimulante natural muy popular en la región.
"Pero se desconoce si existe una coordinación entre los que pagan el rescate y la marina".
Joseph Odhiambo de la BBC en Mombasa afirma que, en al menos dos ocasiones anteriores, el dinero del rescate se entregó dejándolo caer desde el aire. También dice que otros pagos se transportaron desde el aeropuerto Wilson en la capital de Kenia, Nairobi, hasta Somalia en aviones transportando khat, una sustancia estimulante natural muy popular en la región.
Fuente: Por Robyn Hunter - BBC Mundo (Modificado)
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