Por Luis Nikiel (Grupo Seidor)
Administrar un negocio es, básicamente, gestionar información. El concepto de "business intelligence" resume una técnica de generación y organización de la información de una empresa para que sea útil para la toma de decisiones.
Administrar un negocio es, básicamente, gestionar información. El concepto de "business intelligence" resume una técnica de generación y organización de la información de una empresa para que sea útil para la toma de decisiones.
Administrar una empresa es, en gran medida, gestionar información. Información sobre pedidos de clientes, facturación, cobros, etc. Así, en los años '90, muchas organizaciones invirtieron enormes recursos en la sistematización de los procedimientos internos para obtener un registro confiable que incluyera información sobre las operaciones básicas de la empresa: comprar, vender, pagar y cobrar.
De esta forma, se ejecutaron masivos procesos de implantación de ERPs (Sistemas de Planificación de Recursos Empresariales), con la intención de integrar el mundo de las transacciones en un ambiente único y consistente.
Dominar el mundo de las transacciones permite desarrollar una gestión de la información que integra y automatiza muchas de las prácticas de negocio asociadas con los aspectos operativos o productivos de una empresa. Gracias al ERP, pueden encontrarse respuestas rápidas a interrogantes del tipo: ¿qué puedo vender?, ¿hay stock?, ¿cuánto necesito producir?, ¿el cliente tiene límite de crédito?, etc.
Estas preguntas se encuentran relacionadas con el desarrollo del trabajo cotidiano de la empresa, es decir, con sus operaciones en el día a día. En el ERP, la información aparece con un máximo nivel de detalle, es decir, totalmente desagregada, con "alta granularidad". Estos datos son de suma utilidad en el nivel operativo, o sea, para el desarrollo habitual de las acciones de la empresa.
No obstante, cuando pasamos al nivel del proceso decisorio y de formulación estratégica, los detalles pierden su importancia fundamental. En este contexto, deja de ser relevante si el cliente A pagó en término o si compró el producto Z en lugar del Y. Para generar información útil para la toma de decisiones, los datos deben ser agregados y resumidos.
En este punto, la información relevante es, por ejemplo, el nivel de ventas del período, la facturación de cada línea de producto, su comparación con el mismo período del año anterior, etc. Con los múltiples datos que se obtienen del mundo transaccional, debe generarse información histórica consistente, oportuna y comparable. A partir de allí, se habilita la posibilidad de estudiar tendencias y generar proyecciones.
El primer ambiente transaccional, de detalle, instantáneo y online es el ambiente del ERP. El segundo, donde se almacena información histórica para el análisis y toma de decisiones, es lo que se denomina "DataWarehouse" (DW). De esta forma, hemos introducido los principales elementos de Business Intelligence. Básicamente, se trata de una técnica que apunta a generar soluciones de información para la toma de decisiones.
Fotos: Internet
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