El operativo policial en el que se detuvo a los dos secretarios privados.
El gobernador de Chubut, Mariano Arcioni, no logró atravesar ni 24 horas de tranquilidad. Luego de varios intentos fallidos, el funcionario obtuvo el apoyo de la Legislatura provincial, que aprobó el consenso fiscal y la autorización para emitir deuda con la que pagará a proveedores. Pero casi sin tiempo de festejar, diez horas después, la administración patagónica vuelve a enfrentar una crisis de magnitud.
Dos importantes funcionarios de la provincia fueron llevados esposados de la Casa de Gobierno de Chubut, acusados de conformar una asociación ilícita y defraudar al estado.
Se trata de Diego Correo y Diego Luters, ambos secretarios privados de la Gobernación de Chubut que, según declaró el fiscal de la causa Omar Rodríguez al portal Cholila online, conformarían "un grupo destinado a cometer delitos por eso lo encuadramos en asociación ilícita: básicamente contrataciones directas y otras maniobras que representan montos grandes de defraudación al estado".
En el mismo operativo se detuvo a la esposa de Correa, Natalia McLeod, y a un empresario del rubro de la construcción.
Fuente provinciales explicaron a El Cronista que la lista del pedido de detenciones que maneja el fiscal Rodríguez incluye a "otros funcionarios" provinciales. La causa es consecuencia de un desvio de fondos que se giraron por la emergencia, consecuencia de la inundación que sufrió Comodoro Rivadavia en abril del año pasado. Hay facturas truchas, compras que no llegaron, por ejemplo, hay una compra de 1000 botellas de agua mineral en un kiosco inexistente", agregó otra fuente provincial.
Unas horas antes de las detenciones, sucedió la primera sesión del año de la legislatura provincial y Arcioni conseguía, luego de dos intentos fallidos, los catorce votos necesarios para aprobarlos.
Por la tarde había pasado por la provincia el ministro de Interior, Vivienda y Obra Pública, Rogelio Frigerio, para "apuntalar" las discusiones políticas y dejar un claro mensaje respecto del apoyo de la administración de Mauricio Macri al gobernador patagónico. Además, desde la administración central también querían preservar la "inversión" que hicieron días atrás cuando le giraron $ 708 millones a la provincia.
Sin la aprobación del Pacto Fiscal, con un fuerte conflicto político y con pocos fondos en la caja, el pasado 20 de febrero, la Nación decidió apagar el incendio fiscal que puso a Chubut al borde del default.
Así lo había reconocido el propio Arcioni quien, con otros palabras, había declarado unos días atrás que no podrá afrontar este año el pago de los vencimientos de deuda y pedirá a la Legislatura provincial autorización para emitir un nuevo bono de endeudamiento para "poder avanzar en la reestructuración de la deuda"
Frente a esto, se firmó un acuerdo entre la Nación y la provincia patagónica por el cual el Fondo Fiduciario para el Desarrollo Provincial (FFDP) prestará $ 708 millones para que la provincia pueda llevar a cabo un refinanciamiento de deuda que posee en el mercado financiero con Letras del Tesoro. Con el pacto aprobado, la provincia será alcanzada por los fondos por compensación por coparticipación que en enero repartió la Nación en las provincias por $ 776,9 millones.
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