Quiero compartir con vos el discurso de la conferencia de prensa que dí el pasado martes 14 de mayo. Ésta es mi posición sobre la defensa de la libertad de expresión.
Saludos,
Mauricio.
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Buenas tardes.
En la Argentina hay un debate sobre las instituciones y las libertades.
Hay quienes creen que en democracia el que gana la elección hace lo que quiere y tiene derecho a quedarse con todo el poder. Ese no es el espíritu de la democracia, es el espíritu del autoritarismo.
La democracia sirve para impedir que alguien concentre todo el poder, protegiendo de esa manera a las minorías y a los individuos del poder y sus posibles abusos. Eso es lo que dice nuestra Constitución Nacional, la que nos rige y ordena nuestra vida en sociedad.
Los gobernantes somos servidores públicos que debemos estar un tiempo en función y luego dejar paso a otro que nos reemplace. En el momento que creemos que somos más que eso, empiezan los problemas.
En las últimas semanas vimos avanzar ataques contra dos pilares de nuestra democracia: la independencia de la Justicia y la libertad de prensa, tema del que quiero hablarles hoy.
No hay democracia sin libertad de expresión, y no hay libertad de expresión sin libertad de prensa.
No creo que los medios de comunicación sean sólo actores de intereses políticos y económicos, son herramientas de expresión e información.
Cada uno es libre de crear un medio de comunicación para difundir sus ideas, siempre y cuando estén en el marco de la Constitución.
Tampoco creo que los periodistas deban ser perseguidos ni hostigados por su pensamiento, mucho menos desde el Estado. Todo lo contrario, deben ser cuidados por el Estado.
Los últimos días hemos visto una aceleración del plan del gobierno nacional de hostigar y silenciar a los periodistas y a los medios de comunicación independientes que aún quedan en la Argentina.
Allanamientos a casas de periodistas, direccionamiento ya no sólo de la pauta oficial sino también de la pauta privada a medios amigos, amenazas de intervenciones a medios de comunicación, proyectos de ley para quedarse con la distribución de papel de diario.
Ninguna de estos hechos es tan grave como el conjunto de todos ellos. Porque el conjunto demuestra la intención de la Presidenta de que no haya mas prensa libre en la Argentina.
Que todos los medios de comunicación dependan, directa o indirectamente, de la voluntad del gobierno. Esto dañaría gravemente a la democracia.
El artículo 14 de la Constitución Nacional define que todos los argentinos tienen derecho de publicar sus ideas por la prensa sin censura previa.
El artículo 32 define que el Congreso Federal no dictará leyes que restrinjan la libertad de imprenta o establezcan sobre ella la jurisdicción federal.
El artículo 13 de la Convención Americana de Derechos Humanos, que tiene rango constitucional, también garantiza la libertad de expresión y dice que: No se puede restringir el derecho de expresión por vías o medios indirectos, tales como el abuso de controles oficiales o particulares de papel para periódicos, de frecuencias radioeléctricas, o de enseres y aparatos usados en la difusión de información o por cualesquiera otros medios encaminados a impedir la comunicación y la circulación de ideas y opiniones.
Por último, en la Constitución de la Ciudad se hacen varias referencias a la libertad de expresión, pero además en el Artículo 47 dice que La Ciudad vela para que no sea interferida la pluralidad de emisores y medios de comunicación, sin exclusiones ni discriminación alguna.
Está claro que el orden jurídico nos obliga a resguardar activamente la libertad de prensa y de expresión.
No es una alternativa. Es una obligación. Las constituciones son bien claras, como dije antes, que sin esos derechos no hay democracia.
Y que las formas indirectas de limitar esos derechos son igual de condenables que la censura. Es por todo esto que en el día de la fecha he firmado un decreto de necesidad y urgencia de protección de la libertad de prensa y expresión en la Ciudad de Buenos Aires.
El mismo entra en vigencia mañana, y será enviado a la Legislatura de la Ciudad para que sea discutido y ratificado en caso de que así lo consideren los legisladores.
En términos prácticos este decreto afirma la autonomía de la ciudad en este tema y enmarca una protección para los periodistas y los medios de comunicación en nuestro territorio.
Además, se creará un fuero especial para la libertad de expresión para que el Poder Judicial de la ciudad la aplique. Mientras tanto, quedará en la órbita del Tribunal Superior de la Ciudad.
Por último, quiero hacer un llamado a que los gobernadores adopten legislaciones similares para que la protección esté en todo el país. La constitución es clara, no hay excusas para no avanzar.
Muchas gracias.
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