Por Eleonora Gosman - Diario Clarín
Por ser el primer encuentro oficial entre las presidentas Cristina Kirchner y Dilma Rousseff, las conversaciones en la Casa Rosada tendrán un perfil esencialmente político . Pero éste se verá condimentado con la firma de varios memorandos de entendimiento.
El más significativo es en el área nuclear : apuesta a la construcción conjunta de dos reactores atómicos, uno para cada socio, que sirven para dos fines (producir radioisótopos y servir para la investigación).
En verdad, Brasil es el más interesado en el proyecto . Mientras la Argentina tiene una larga experiencia en el rubro, con exportaciones a diferentes países (entre ellos Australia, Holanda y Egipto), los brasileños no han avanzado en esa dirección. En 2010 salió de servicio el único reactor que tenían con capacidad para producir isótopos radiactivos, destinados en su mayor parte a la salud y a la industria de la alimentación . Y desde entonces comenzó a importar estos insumos desde Argentina. Para que el negocio bilateral prospere deberá existir una propuesta brasileña muy tentadora para el país, especialmente en lo financiero.
En ese contexto, y con las limitaciones que supone, otra acta a firmar es la que establecería en un futuro la promoción comercial conjunta en terceros países, un antiguo plan que apenas tuvo realizaciones puntuales. El tercer hombre en la jerarquía de la nueva cancillería brasileña, Antonio Ferreira Simoes, había dicho que la idea es “sumar esfuerzos para conquistar mercados para los dos países”. Un tercer convenio se refiere a la construcción de Garabí, represa hidroeléctrica que integra la agenda bilateral desde hace algún tiempo. Por último, las presidentas firmará un memorando sobre bioenergía, un área en que ambos países lideran : Argentina es la mayor exportadora mundial de biodiesel y Brasil, de etanol. En el menú de acuerdos hay hasta un nuevo puente que unirá Santa Catarina con Misiones.
La llegada de Dilma, calificada como visita de trabajo , representa según la diplomacia brasileña un gesto relevante ya que marca el inicio de la agenda internacional de la flamante presidenta de Brasil, que cumple hoy su primer mes en la conducción del país. El Gobierno brasileño tiene bien en cuenta el flujo comercial entre ambos países, que alcanzó en 2010 a 33.000 millones de dólares.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Los comentarios mal redactados y/o con empleo de palabras que denoten insultos y que no tienen relación con el tema no serán publicados.