lunes, 31 de enero de 2011

Centro América: un creciente mercado potencial para la industria de Defensa brasileña

Gran atención se presta ahora sobre el AT-29, y el éxito de EMBRAER en Centro América, pero Brasil en realidad genera una poderosa fuerza militar industrial de gran capacidad en todos los aspectos. Las transacciones militares centroamericanas se enfocan actualmente a los aviones, pero pudieran extenderse a otros parámetros, como las plataformas navales. INACE, en Fortaleza,

Ceará, por ejemplo, ha estado construyendo navíos desde los 60. Hay que recordar que ya construyó dos patrulleros de 46 metros de eslora (150 pies de longitud) que pudieran ser ideales para los requerimientos de la Fuerza Naval salvadoreña, así como los de la Marina de Defensa de Guatemala. Modelos un poco menores encajarían las necesidades propias de la contraparte nicaragüense y panamena.

En El Salvador, el Ford Jeep fabricado en Brasil se utilizó con éxito por el Ejército durante el conflicto interno, muchos ni notaron la diferencia con los modelos norteamericanos. Ahora el Troller pudiera proporcionar movilidad a las unidades militares de cualquiera de estos países. En Guatemala el camión táctico es el Mercedes, a incluirse el Unimog, y Nicaragua también lo usa. El mismo modelo se produce en Brasil. El Salvador podría interesarse en partes automotrices para sus UR-416, y/o en unos 12/16 EE9 y 12/16 EE-11 para complementar y reemplazar su parque blindado. Todo esto para mencionar alguna cosa.

Regresando a la aviación, además del Tucano, lo que podría interesar a las naciones más pobres de Centro América, incapaces de financiar algo como el CN-235, C-295, podría ser los aviones de transporte STOL DHC-5 (C115) Buffalo retirados de la FAB. La misma industria brasileña podría contratarse para revitalizar, e incluso modernizar, estas maquinas para que sigan volando en Centro América.

Recordemos que allí todavía funcionan los legendarios C-47, si bien en su forma evolucionada de BT-67, con los turbohélice Pratt & Whitney Canada PT-6-A-67R, con buenísimos resultados. En lo que pudieran ser C-115 brasileños modernizados, la Viking Air apuesta en la utilización de los turbohélices P&W-PW150; por su lado la Pen Turbo Aviation de Nueva Jersey demostró en 1996 las cualidades del hermano menor del DHC-5, el DHC-4, modificado con el P&W PT-6-A-67T, y en el 2005, la NewCal Aviation hiso lo mismo, pero usando el P&W PT6-67B, pero el prototipo se estrelló al olvidárseles desenganchar los controles antes del despegue.

Fuente: Defensa.com

1 comentario:

  1. Aún recuerdo las revistas especializadas de principios de los 80 que hablaban de la industria militar brasileña de forma paternalista y con aires de superioridad. Bien han demostrado que los principios modestos pueden llevar a un interesante puesto en el mercado. Que no nos duelan prendas en empezar ahora modestas inversiones para posicionarnos en el futuro.

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