martes, 14 de septiembre de 2010

El fenómeno peruano, el secreto mejor guardado de América Latina

Por Martín Burbridge 


El país viene creciendo al 10% con una inflación por debajo del 3%. Pese a las elecciones presidenciales del año que viene, el banco central ha decidido aplicar un freno y viene subiendo las tasas para evitar desbordes
Más de un argentino habrá tenido la oportunidad de escuchar a un europeo decir alguna vez “¡vale un Perú!” para referirse a algo de mucho valor. Esta expresión, que se refiere al oro y la plata que encontraron los españoles en el Alto Perú a partir de la conquista, sigue sin perder vigencia 500 años después en el Viejo Continente y esto a pesar de que Perú se quedó sin sus riquezas muy rápido. Sin embargo, a la luz del gran crecimiento económico que está viviendo el país desde hace ya una década, la famosa expresión podría recuperar algo del brillo perdido.

Con una economía ordenada que ha logrado sortear sin demasiados contratiempos la crisis financiera mundial de 2008-2009, Perú hoy exhibe indicadores que son la envidia de muchos en la región, empezando por nuestro país. El Producto Bruto Interno creció un 10,1% durante el segundo trimestre de 2010 (+11,9% en el mes de junio), por lo que se estima que la tasa de crecimiento del PIB para 2010 se ubicaría en el 8%. Mientras tanto, la inflación se mantiene controlada, por debajo del 3% anual, que es el techo de la meta inflacionaria del Banco Central peruano.

Pero lo más interesante es que con estos números, y teniendo en cuenta que el año próximo hay elecciones presidenciales (al igual que en la Argentina), a más de uno se le ocurriría seguir impulsando la economía y dejar que la inflación se dispare un poco, con tal de mostrar grandes resultados macroeconómicos frente a los votantes. En cambio, el Banco Central ha preferido aplicar un freno subiendo la tasa de interés de referencia (van cinco subas consecutivas hasta el 3% actual) y aumentando el encaje bancario. “El banco ha estado ajustando la tasa de interés porque consideramos que con este nivel de inversión privada no es necesaria una política monetaria expansiva”, afirmó Julio Velarde, presidente del Banco Central. “Nos estamos moviendo hacia territorio neutral”, agregó, dando la pauta de que la expectativa va en dirección a un crecimiento por debajo de los dos dígitos.

Recientemente, la revista Forbes publicó un informe especial que rankeaba a los mejores países para hacer negocios en América Latina. Si uno se guiara por los estereotipos, rápidamente tendería a pensar en Chile y Brasil. Pero de acuerdo con el estudio, si bien Chile es el lugar más valorado por los ejecutivos, en segundo lugar se encuentra Perú, un país del que se habla poco en la Argentina pero que no ha dejado de crecer de manera sostenida en los últimos años (al 4% anual promedio desde 2001, con picos del 9% en 2007 y 2008). Según Forbes, la estabilidad alcanzada gracias a mantener la inflación baja y el tipo de cambio sin sobresaltos explican que hoy los inversores internacionales vean a Perú como una economía emergente atractiva. De acuerdo con estadísticas de las Naciones Unidas, Perú fue uno de los cuatro países en el mundo que vieron crecer la inversión extranjera directa en 2009 (+28%), cuando en Brasil y la Argentina la IED cayó durante el mismo período 41% y 42%, respectivamente.

Este flujo de inversiones (u$s 6.200 millones para el año pasado), sirvió para impulsar el consumo y la demanda de crédito, a tal punto que en julio de 2010, ésta alcanzó los u$s 36.000 millones (en la Argentina se ubicó en los u$s 32.000 millones, con una economía más grande). Otra señal de que Perú crece con fuerza la da el consumo de electricidad, que entre julio de 2010 y julio de 2009 aumentó un 12%, así como la demanda de cemento (+13%), insumo básico en la construcción. Para 2011, el gobierno prevé que estos indicadores sigan creciendo, con un plan de inversiones en el que se destaca el proyecto de la mina de cobre de Las Bambas, que insumirá u$s 4.200 millones.

Pero el ingreso de capitales también tiene su contrapartida en la apreciación del tipo de cambio, algo que el gobierno del presidente Alan García está tratando de controlar. Siendo un país que depende en gran medida de sus exportaciones (minerales, agrícolas y pesqueras), mantener el tipo de cambio competitivo es fundamental para el país. El sol, la moneda peruana, se apreció un 3,4% frente al dólar durante el año 2010, siendo la octava mayor apreciación entre una canasta de 25 monedas emergentes relevada por Bloomberg. Para mantener controlado el tipo de cambio, el Banco Central ha venido comprando divisas por valor de u$s 7.000 millones y duplicando los encajes bancarios en los depósitos en soles a corto plazo. “Perú no va a aplicar controles de capitales”, advirtió Velarde en un encuentro con inversores en Nueva York. En un mundo en el que los flujos de inversión se dirigen a colocaciones con mayor retorno en países emergentes, el ingreso de divisas ha generado una fuerte presión sobre el tipo de cambio.

En la sexta mayor economía de América del Sur, los tiempos que corren son de optimismo de cara a los próximos años. Muestra de ello es que de a poco, empresas peruanas han comenzado a invertir fuera del país. En la Argentina, el Grupo Gloria acaba de comprar la láctea Corlasa, siguiendo los pasos de su connacional Grupo Romero, que este año se quedó con la fábrica de galletitas Okebon.

Fuente: Financial Times

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