Por Constanza Crotto
El consumidor local paga más que el español, el norteamericano e incluso el londinense a la hora de ir de shopping. Especialistas analizaron el fenómeno en Infobae.com.
Como en el reino del revés, conviene ir de shopping en la glamorosa Champs Elysees parisina, en la Quinta Avenida de Nueva York, en South Beach de Miami o en la cosmpolita Oxford Street londinense antes que hacerlo en cualquier centro comercial de Buenos Aires.
La brecha entre salir de compras en nuestros pagos y hacerlo en países europeos o en los Estados Unidos aumenta aún más en tiempos de inflación, cuando los números que asoman en las vidrieras son desorbitantes, capaces de indignar a cualquier ciudadano común. Sin ir más lejos, para hacerse de un equipito "de moda" este invierno habrá que desembolsar alrededor de mil pesos si lo que se busca es calidad, buen gusto y tendencia. En cambio, en las capitales mundiales de la moda es posible hacerse de un conjunto por menos de 150 dólares excluyendo, por supuesto, a marcas top como Armani, Gucci o Fendi.
Son varias las razones por las que comprar en la Argentina es tan caro. Gustavo Manfre, dueño de la firma de calzado Huija, explicó que una de las grandes diferencias entre el modelo argentino y el norteamericano u europeo reside en que estos últimos tienen su mano de obra en países como China o India. Basta con revisar las prendas que albergan los percheros de las grandes tiendas para notar que la etiqueta "Made in China" aparece en casi todas. "La mano de obra allí es baratísima, casi regalada, por lo que es casi imposible competir con los precios que le ponen a la ropa", indicó.
En ese sentido Orlando Ferreres destacó que existe un incremento "bastante importante" en los precios. "En el mundo traen productos de China o India por lo que la oferta de indumentaria es más barata allá que acá", comentó. El economista Hernán del Villar coincidió al expresar que la ropa en el Viejo Continente es, en buena parte, producida en países asiáticos que tienen muy bajos costos de producción. "En muchos casos son las propias empresas americanas o europeas que tienen unidades de producción en los países asiáticos. En cambio en la Argentina eso no pasa porque a los productos textiles se le cargan altos aranceles a la importación y otras restricciones como lincencias no automáticas que restringen y encarecen los productos de origen externo. Ello se hace fundamentalmente para proteger a los fabricantes locales y con ello mejorar la producción y el nivel de empleo locales a costa de tener precios más elevados. Es una decisión de política económica”.
Manfre argumentó que los fabricantes argentinos emplean en su mayoría mano de obra local, lo que encarece mucho más el producto final. "Por un lado es buenísimo porque le damos trabajo a mucha gente. Acá la capacidad instalada está funcionando al 90% porque casi todo se realiza en Argentina y el gobierno protege la industria nacional". A pesar de sus ventajas, consideró que una de las contras que posee este modelo es el encarecimiento de determinados productos. "Tenemos la sensación de que la ropa y los zapatos están bastante más caros que en otros países porque el dólar está quieto y tanto las materias primas básicas como la mano de obra calificada tuvieron incrementos considerables. Mucha gente que tiene la posibilidad de viajar, al ver que la ropa es más barata decide realizar sus compras en el exterior".
"Hace un par de años la ropa era más barata pero había el doble de desocupación, existía el menos un 10% más de desempleados. Ahora el modelo es diferente. Todos los modelos tienen sus desventajas, lo importante es que se defienda el empleo y a la vez se limen asimetrías", concluyó.
Por su parte Mariano Rodíguez Giesso, propietario de la firma que lleva su nombre, reconoció que la ropa se ha encarecido mucho en Argentina, fenómeno que se acentuó más en los últimos cuatro años. "La economía está prácticamente cerrada. Subieron los aranceles a la importación y por otro lado pusieron muchas trabas para arancelarias. Esto produjo una demanda mayor de productos nacionales. Tanto porque los fabricantes nacionales tuvieron mayor demanda como porque les subieron los costos laborales es que aumentaron los precios consecutivamente año tras año desde hace cuatro", dijo.
Además indicó que los aumentos son consecuencia de que las materias primas estén dolarizadas y que el precio del dólar haya un 35% en estos últimos tres años. Y precisó: “En muchos países las tasas de importación son significativamente más bajas, tienen otra economía de escala y en muchos casos no existe el IVA, que sube un 21% el precio”.
Pese a la realidad económica, Giesso comentó que los textiles hacen lo imposible para frenar las subas de la mejor manera posible: absorbiendo los incrementos para no trasladarlos al total de los costos. "Venimos resignando margen para poder vender a los precios que la gente está dispuesta a pagar y absorber los excesos de precios", sostuvo.
Párrafo aparte merecen las liquidaciones argentinas que prometen mucho, quizá demasiado. Como en el clásico "cuento del tío", anuncian con bombos y platillos descuentos que van desde un tímido 20 hasta un 70%, lo que difícilmente se cumple. La realidad, por "cruda" que parezca, es que el piso de precios nunca suele superar rebajas del 40% y que en esta época de saldos los comercios resignan rentabilidad, pero no la pierden. Para Rodíguez Giesso, "los márgenes de salida allá son mucho mas altos que acá". "Una marca de lujo llega a poner como precio de venta, doce veces el costo directo del producto. Una tienda departamental lo multiplica por tres; una marca promedio, por cinco", sentenció.
En cambio, el panorama argentino es muy diferente. "Acá una multimarca multiplica por 1,7 y una marca por 3. Obviamente los gastos de marketing y de promoción en los que pueden incurrir son mayores, así como también los descuentos que pueden hacer para vender por arriba del costo del producto", finalizó Giesso.
En Europa hay, a su vez, más propensión a deshacerse de las colecciones anteriores. Lisandro Temi, de la asociación de consumidores Adelco, aclaró: "Lo que no están seguros de que se va a usar el año próximo es mucho más útil si lo venden, por ínfimo que sea el precio, que si lo tiran”.
Otra gran diferencia que nos separa del mercado europeo es que allí las liquidaciones están pactadas: tienen fecha de inicio y finalización, tipificación y porcentaje de rebaja mientras que la única ley que existe aquí es que en la etiqueta debe tener el precio anterior y el rebajado. Por todas estas razones el turista ya no viene a la Argentina para llevarse de todo como en “los viejos buenos tiempos”. Por peculiar que parezca, vestirse bien por poco dinero es mucho más conveniente en el Viejo Continente.
Fuente: Infobae.com
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miércoles, 12 de mayo de 2010
Por qué es más cara la ropa en Argentina que en Europa o los EEUU
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¡Gracias por la fijación! Éstos son fragmentos de información muy provechosos especialmente para alguien que está viajando a la Argentina o para las que están mirando para comprar la ropa comprable para ella tendría información práctica tal como esto.
ResponderEliminarropapormayoreo.net