Por Jorge Elías
Aerolíneas Argentinas y la Cámara Argentina de Biocombustibles (Carbio) suscribieron un acuerdo para iniciar de inmediato y en forma conjunta los estudios para la utilización de biocombustible de fabricación nacional en la flota de aeronaves de la compañía de bandera.
Carbio reúne a las empresas productoras de biocombustible a escala industrial, como AGD, Bunge, Louis Dreyfus y Molinos Río de la Plata, entre otras.
Tambien, la empresa estadounidense Diversified Energy se ha unido con la Universidad de Carolina del Norte para producir combustible de aviones con algún aceite vegetal o animal. Con centro en Phoenix, Arizona, está compañía ha adquirido una nueva tecnología de combustible renovable que se produjo en la Universidad de Carolina del Norte. Su principal interés es el de producir biocombustible para aviones, un mercado poco explorado por la industria.
Según los investigadores, su invento tiene varias ventajas sobre los otros biocombustibles, como el biodiesel, etanol y otros. Dicen que el proceso desarrollado por ellos otorga un combustible de hidrocarbono más avanzado y complejo. Totalmente apropiado para aplicaciones militares como el combustible para jet JP-8. Y al parecer el nuevo invento puede hacerse a partir de cualquier aceite renovable, como el de soja, grasa animal, algas o canola.
“Nosotros podemos usar hasta aceites de baja calidad”, dijo Jeff Hassannia, vice presidente de Diversified Energy, en Inside Greentech. También dijo que “este proceso puede usar ácidos de grasa animal de baja calidad”. De esta forma aducen que el precio va a ser muy barato, al tomar la principal fuente para la producción del biocombustible de aceites de baja calidad, o grasa animal, incluso de manteca de cerdo.
Otro beneficio de este proceso, dicen, es que es producido con un 50% menos de energía externa.
Ya en el 2006, la Fuerza Aérea Argentina presentó hoy un plan para desarrollar un combustible alternativo para turbinas de aviación que sustituya la encarecida nafta que hoy utilizan las aeronaves. El "biojet" estará compuesto en un 80 por ciento por "JetA1", un queroseno especial, y en el 20 por ciento restante por biodiesel obtenido a partir de oleaginosas como la soja y la colza. Una muestra de este nuevo combustible alternativo fue utilizada en una demostración que se realizó en una base militar aérea a la afueras de Buenos Aires. Las turbinas del avión Hércules utilizado tuvieron igual reacción al ser propulsadas tanto con "Biojet" como con "JP1", el combustible que habitualmente utilizan las aeronaves militares y civiles y cuyo precio ha crecido al calor del alza internacional del petróleo. "Argentina es prácticamente pionera en el desarrollo de este biocombustible porque hasta ahora sólo se conoce que los estadounidenses hayan volado con mezclas de biodiesel y JetA1", dijo el comodoro Eduardo Selles, responsable del proyecto y titular del Departamento de Innovación Tecnológica de la Fuerza Aérea argentina.
Argentina aprobó una ley para fomentar el desarrollo de biocombustibles, cuya producción en el país sudamericano deberá llegar a las 800.000 toneladas anuales. (EFE)
Fuente: Diario La Nación y http://erenovable.com/
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