La industria bélica de Brasil recibirá un impulso histórico en los próximos años. El gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva ha elaborado un Plan de Defensa que modernizará las fuerzas armadas del país, dinamizará la industria militar, tanto pública como privada, así como reforzará la vigilancia en las fronteras.
El Plan Estratégico Nacional de Defensa, cuyo anuncio oficial estaba previsto para ayer, coincidiendo con el Día de la Independencia, fue postergado a la espera de la evaluación presidencial. El proyecto ha sido elaborado conjuntamente por los ministerios de Defensa y Asuntos Estratégicos, y elevará el presupuesto militar desde el 1,5 por ciento del Producto Bruto Interno (PBI) actual al 2,5 por ciento en 2010.
"Brasil firmará un gran acuerdo estratégico con Francia [en diciembre, durante la visita del presidente Nicolas Sarkozy], que implica no sólo intercambios y trabajos en el área de defensa, sino fundamentalmente la posibilidad de la ampliación de nuestra base industrial de defensa en alianza con los franceses", declaró el ministro de Defensa de Brasil, Nelson Jobim, hace una semana en la base aérea de Anápolis.
En lo que se refiere al futuro del servicio militar obligatorio, el ministro de Asuntos Estratégicos, Roberto Mangabeira Unger, explicó ayer que habrá una "profundización" del mismo. El nuevo Plan de Defensa establece que todos los jóvenes deberán "servir al país", aunque sea a través de actividades sociales temporales.
Por otro lado, el plan reglamentará la actuación de los militares en las ciudades para "garantizar la ley y el orden", explicó Mangabeira. "Anticipo que el Plan de Defensa será atacado [ ]; que lo acusarán de ser un desperdicio de dinero y un instrumento de la carrera armamentista", advirtió el ministro, que justificó la aprobación del proyecto en la necesidad de Brasil de forjarse un escudo "no sólo contra las agresiones, sino contra las intimidaciones".
El Plan Estratégico Nacional de Defensa, cuyo anuncio oficial estaba previsto para ayer, coincidiendo con el Día de la Independencia, fue postergado a la espera de la evaluación presidencial. El proyecto ha sido elaborado conjuntamente por los ministerios de Defensa y Asuntos Estratégicos, y elevará el presupuesto militar desde el 1,5 por ciento del Producto Bruto Interno (PBI) actual al 2,5 por ciento en 2010.
El plan contempla tres grandes objetivos: la reorganización de los más de 300.000 efectivos militares y su distribución en zonas vitales para el país, como la Amazonia y el Atlántico Sur, donde se concentran importantes recursos energéticos; la reforma de la industria nacional de Defensa y modificaciones en el Servicio Militar Obligatorio. Al mismo tiempo, el gobierno brasileño confía en cerrar acuerdos estratégicos con Francia, principalmente, y con Rusia, y se ha propuesto desarrollar el proyecto de un submarino nuclear, que ha estado presente en los planes defensivos de Brasil desde 1979.
"Brasil firmará un gran acuerdo estratégico con Francia [en diciembre, durante la visita del presidente Nicolas Sarkozy], que implica no sólo intercambios y trabajos en el área de defensa, sino fundamentalmente la posibilidad de la ampliación de nuestra base industrial de defensa en alianza con los franceses", declaró el ministro de Defensa de Brasil, Nelson Jobim, hace una semana en la base aérea de Anápolis.
En este sentido, existe ya un memorando de entendimiento firmado hace dos meses, que prevé la fabricación de los helicópteros franceses Super Cougar en Brasil. Jobim indicó que su país se inclina también por los submarinos convencionales Scorpéne, de fabricación francesa, como base para desarrollar su ambicionado submarino nuclear.
El principal asesor internacional de la presidencia brasileña, Marco Aurelio García, declaró a la agencia AFP que "podría haber acuerdos estratégicos con otros países", al margen de la asociación con Francia.
El principal asesor internacional de la presidencia brasileña, Marco Aurelio García, declaró a la agencia AFP que "podría haber acuerdos estratégicos con otros países", al margen de la asociación con Francia.
En lo que se refiere al futuro del servicio militar obligatorio, el ministro de Asuntos Estratégicos, Roberto Mangabeira Unger, explicó ayer que habrá una "profundización" del mismo. El nuevo Plan de Defensa establece que todos los jóvenes deberán "servir al país", aunque sea a través de actividades sociales temporales.
"Existe consenso entre los dirigentes civiles y militares para que el servicio militar obligatorio sea mantenido y profundizado", dijo Mangabeira. "En un país tan desigual como el nuestro [el servicio militar], es un nivelador republicano, un espacio en el cual se puede encontrar a la nación por encima de las clases." El servicio militar en Brasil es obligatorio, pero la mayor parte de los jóvenes que cumplen 18 años piden ser liberados, amparándose en medidas de excepción. Sólo los jóvenes de familias de menores recursos ingresan en los cuarteles.
Por otro lado, el plan reglamentará la actuación de los militares en las ciudades para "garantizar la ley y el orden", explicó Mangabeira. "Anticipo que el Plan de Defensa será atacado [ ]; que lo acusarán de ser un desperdicio de dinero y un instrumento de la carrera armamentista", advirtió el ministro, que justificó la aprobación del proyecto en la necesidad de Brasil de forjarse un escudo "no sólo contra las agresiones, sino contra las intimidaciones".
"El pacifismo integra la identidad nacional, pero eso no nos exime de la posibilidad de defendernos", subrayó Mangabeira tras el desfile cívico-militar celebrado en Brasilia con motivo del Día de la Independencia. Mangabeira y Jobim han mantenido diferencias respecto de la elección de los socios preferenciales. Así, mientras el ministro de Asuntos Estratégicos especulaba con una hipotética alianza con los rusos para la construcción de un caza de próxima generación, el titular de Defensa confirmaba el acuerdo con los franceses.
Fuente: Informe de Claudia Rossi para el Diario la Nación