Las exportaciones se multiplicaron por 100 respecto de un año atrás; el aceite de soja lidera las ventas
Las relaciones comerciales con Irán, virtualmente congeladas desde que el kirchnerismo llegó al poder y respaldó la investigación judicial sobre el atentado a la AMIA, comenzaron a experimentar en los últimos meses un boom que las ubica en niveles que no se registraban desde antes del ataque terrorista de 1994.
Las relaciones comerciales con Irán, virtualmente congeladas desde que el kirchnerismo llegó al poder y respaldó la investigación judicial sobre el atentado a la AMIA, comenzaron a experimentar en los últimos meses un boom que las ubica en niveles que no se registraban desde antes del ataque terrorista de 1994.
En el primer semestre del año las exportaciones se multiplicaron por cien y convirtieron a Irán en el mejor cliente de la Argentina en Medio Oriente, el segundo en Asia (detrás de China) y el octavo en el nivel mundial, sin contar los países de América.
Este meteórico reverdecer del vínculo comercial -que se produce cuando está vigente un pedido de captura de la justicia argentina contra importantes ex autoridades iraníes- contrasta con la definición que había trazado, el 20 de abril de 2007, el entonces presidente Néstor Kirchner ante miembros de la comunidad judía: "Es terrible cómo muchos argentinos a veces quisieran que prioricemos en los intercambios comerciales y no en encontrar la verdad sobre quiénes cometieron aberrantes hechos aquí en la Patria. No hay ni una moneda ni cien ni mil millones de monedas que puedan intercambiar la pérdida de vidas y el atentado siniestro que tuvieron nuestros compatriotas".
Entre enero y junio del año pasado, Irán había importado productos argentinos por US$ 4,88 millones, prácticamente nada para un país que llegó a comprar por cerca de 1000 millones de dólares a principios de los 90. Desde 2003 el intercambio comercial se había reducido a casi cero como consecuencia del apoyo del Gobierno a la investigación judicial por el atentado.
Pero a fines de 2007 Irán decidió levantar las restricciones que pesaban sobre los productos argentinos. La reacción fue inmediata: según cifras del Indec, el primer semestre de este año cerró con más de US$ 480 millones de exportaciones a ese país, lo que significa un 9850% de crecimiento interanual, una cifra exorbitante que no puede explicarse sólo por la suba de precios de las commodities .
Las importaciones desde Irán también crecieron, aunque siguen significando una mínima parte del comercio bilateral. Pasaron de US$ 1 millón en la primera mitad de 2007 a 3,2 millones entre enero y junio de este año. La balanza comercial volvió a favorecer ampliamente a la Argentina y quedaron muy lejos los déficits bilaterales de 2004 y 2005, cuando Irán implementó su política de no comprar productos argentinos (en 2005 la Argentina sólo le vendió por 188.000 dólares).
Mohsen Baharvand, encargado de negocios de Irán y máxima autoridad en la embajada en Buenos Aires, dijo que no hubo una "orden" de levantar las restricciones a la Argentina, sino que fue "un proceso" en el que "no hubo una fecha exacta".
"La economía de Irán está creciendo y necesitábamos comprar y diversificar", dijo a LA NACION. "Además, Irán está en un proceso de privatización del comercio exterior."
El diplomático consideró que el actual nivel de intercambio "todavía es muy poco" y que existe capacidad para llevar el comercio bilateral a 2000 millones de dólares el año que viene. Sólo Brasil, China, Estados Unidos, Chile y España superan hoy esa cifra en las planillas argentinas.
Según explicó el especialista en comercio exterior Raúl Ochoa, "el 99% de lo que le exportamos son aceites de soja, pellets de soja, porotos de soja y maíz. Este tipo de productos tiene tres grandes oferentes en el mundo: Brasil, la Argentina y Estados Unidos".
Entre enero y agosto de este año, se exportaron a Irán 2492 toneladas de granos y subproductos. En los primeros ocho meses del año pasado habían sido sólo 70 toneladas.
"El 46% de lo que se exportó este año fueron cereales; el 27%, oleaginosas; el 15%, grasas y aceites, y el 11%, residuos alimenticios. La proyección es que a fines de año seguramente vamos a estar por encima de los US$ 1000 millones", indicó el presidente de la Fundación Exportar, Marcelo Elizondo.
"El 46% de lo que se exportó este año fueron cereales; el 27%, oleaginosas; el 15%, grasas y aceites, y el 11%, residuos alimenticios. La proyección es que a fines de año seguramente vamos a estar por encima de los US$ 1000 millones", indicó el presidente de la Fundación Exportar, Marcelo Elizondo.
En una de las empresas que más le vende a Irán dijeron que "hay un intento de acercamiento" entre ambos países. La fuente recordó que al comienzo del gobierno de Kirchner "los iraníes nos pusieron en una lista negra y dijeron que no nos compraban más". "Para nosotros fue un golpe muy fuerte porque Irán siempre cumplió con todos los pagos. En la ausencia de Irán, hemos llegado a vender el aceite de soja entre un 20 y un 30% más barato, lo que demuestra el perjuicio que nos causaba el no tenerlos como clientes", dijo un ejecutivo de esa firma, que consideró "una grata sorpresa" el cambio de actitud.
Pero no todos están tan contentos. Para el presidente de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), Aldo Donzis, "es inconcebible que la Justicia haya señalado a Irán como responsable de los atentados terroristas en Buenos Aires y, como si no pasase nada, uno puede tener relaciones comerciales normales. Pareciera que los estamos premiando. Es un despropósito total".
Fuente: Por Oliver Galak De la Redacción de LA NACION