La presidenta Cristina Kirchner anunció ayer en la Casa Rosada que ordenó cancelar la deuda con el Club de París con un pago al contado de 6706 millones de dólares de las reservas del Banco Central (BCRA).
"He firmado un decreto por el que instruyo al ministro de Economía (Carlos Fernández) a que utilice las reservas del BCRA para cancelar la deuda del Club de París", dijo la Presidenta.
Hace tres semanas, los bonos argentinos sufrieron una fuerte caída en su cotización y el riesgo país subió a niveles preocupantes. Según confiaron a LA NACION fuentes oficiales, ello determinó en ese momento la decisión de avanzar en la medida. "Esto reafirma una vez más la voluntad de pago de la Argentina", dijo ayer la primera mandataria. "El país necesita confianza", agregó.
Además, dos calificadoras de riesgo bajaron la nota a la deuda argentina y el Fondo Monetario Internacional (FMI) dejó trascender su incertidumbre por la economía, al igual que el Banco de España.
El anuncio lo hizo en el acto por el Día de la Industria, en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno, y fue transmitido a través de la cadena nacional de radio y televisión. Los más de 500 invitados aplaudieron de pie, entre ellos dirigentes industriales, sindicales, gobernadores y ministros.
La Presidenta procuró así retomar la iniciativa política y económica. El largo conflicto con el campo y los últimos hechos de inseguridad y narcotráfico habían debilitado políticamente a la gestión. La desconfianza en las cuentas públicas avivó temores acerca de la voluntad y capacidad de pago del país. Elogios y críticas
Los sectores económicos recibieron ayer con beneplácito el anuncio, aunque hubo críticas por el uso de reservas del BCRA, y el Departamento de Estado de los Estados Unidos dio a conocer su respaldo. Los principales acreedores son Alemania, Japón, Holanda, Italia, España y los EE.UU.
"En el exterior se tomó dimensión de que la Argentina tiene voluntad y capacidad de pago", dijo el jefe del Gabinete, Sergio Massa, uno de los impulsores de la cancelación y de emitir señales de confianza al mercado.
"En el exterior se tomó dimensión de que la Argentina tiene voluntad y capacidad de pago", dijo el jefe del Gabinete, Sergio Massa, uno de los impulsores de la cancelación y de emitir señales de confianza al mercado.
La jugada más fuerte de la gestión de Cristina Kirchner lleva el sello del jefe del PJ, Néstor Kirchner. El ex presidente también canceló, el 3 de enero de 2006, la deuda con el FMI, al pagar al contado 9500 millones de dólares con las reservas del BCRA.
Con esa cancelación, el Gobierno evitará la exigencia del Club de París de renegociar con el monitoreo del FMI. También permitirá postergar la deuda con los bonistas que no ingresaron en el canje de deuda de 2005. "Nuestro límite son los holdouts, quedarán afuera", aseguraron a LA NACION altas fuentes oficiales.
"Esto demuestra que continúa la política de desendeudamiento", dijo Massa por la noche, de excelente humor. Se respiraba cierto clima de euforia en la Casa Rosada. Con esta decisión, el Gobierno cree haber dado un paso para que la Argentina acceda al crédito internacional -aunque no es seguro- para financiar vencimientos de deuda de 2009, uno de los temores que existen aún en los mercados.
Según confiaron a LA NACION fuentes oficiales, Kirchner fue clave en la decisión política de pagarle al contado al Club de París. La decisión de anunciarlo ayer se tomó entre la Presidenta y su antecesor el jueves último, por la tarde, en la residencia presidencial de Olivos. Pero se había comenzado a conversar hace tres semanas, en Olivos, en medio de la caída de bonos argentinos. Cristina Kirchner y Massa lo analizaron con el ministro de Economía, Carlos Fernández; el presidente del BCRA, Martín Redrado, y el secretario de Finanzas, Hernán Lorenzino.
La Presidenta le había encargado a Massa que avanzara en el asunto desde la asunción del jefe del Gabinete, el 24 de julio. Pero al mismo tiempo le encomendó la "máxima reserva".
De hecho, Massa negó públicamente una y otra vez que hubiera un plan en ese sentido ante los periodistas. Hasta el secretario de Estado adjunto para América latina de los EE.UU., Tom Shannon, tras reunirse con la Presidenta, regresó a su país con señales contradictorias. "Se le dijo que algo iba a pasar, pero no qué", dijo un funcionario.
La mesa de coordinación financiera, compuesta por Massa, Redrado, Fernández y Lorenzino, abogaban por dar señales de confianza a los mercados: una era la cancelación con el Club de París. La otra nació hace tres semanas: la recompra de los bonos para revertir la caída de su valor.
"No hay apuro por recuperar. La base monetaria, de 100.000 millones de pesos, está bien respaldada por 41.000 millones de dólares que quedan de reservas en el BCRA", dijo un alto funcionario a LA NACION. Hasta hoy, las reservas son de 48.970 millones de dólares. La Casa Rosada espera ahora más crédito para inversiones y exportaciones.
Fuente: Por Mariano Obarrio De la Redacción de LA NACION