La proyección de las coimas que confesó Wagner llega a $640.480 millones; en 2019, Gobierno ajustará $300.000 millones. Fuente: Archivo
Durante una de las primeras visitas de Cristina Kirchner a Comodoro Py a prestar declaración indagatoria por presuntos hechos de corrupción durante su gobierno, la expresidenta se rodeó en 2016 de algunos exfuncionarios y del fervor de la militancia que todavía la acompañaba y reclamó, como contraataque, que se realizara una auditoría completa de la obra pública desde 2003 hasta 2015.
Casi cinco meses después, la Justicia rechazó conformar una comisión para investigar las erogaciones y las empresas beneficiadas por las obras de la era kirchnerista y el desafío de Cristina para que se pusiera a prueba la transparencia de su gestión quedó en la nada. Sin embargo, la revelación de los cuadernos de las coimas y la confesión de uno de los empresarios arrepentidos dan lugar a un nuevo análisis de las declaraciones de la actual senadora nacional, quien ese día afirmó que durante sus gobiernos y el de Néstor Kirchner la inversión en obra pública alcanzó, en los doce años, unos "US$107.000 millones".
En una declaración reveladora, Carlos Wagner, expresidente de la Cámara de la Construcción, dijo ante el juez federal Claudio Bonadio y el fiscal Carlos Stornelli que las obras públicas que impulsaba el kirchnerismo debían tener un retorno de entre el 10 y el 20% que iba a ser utilizado para "gastos políticos".
Si se toma el total de lo invertido por el kirchnerismo en obra pública -que según gráficos explicativos subidos al propio sitio web de la expresidenta suma US$107.825 millones- y se descuenta el porcentaje que supuestamente volvía a las manos del Ministerio de Planificación, que encabezaba Julio De Vido , las coimas alcanzarían los US$21.565 millones si se toma en cuenta el 20%, o US$10.782,5 millones, si se acota a un retorno del 10%.
Al tipo de cambio actual, esas cifras revelan que el dinero que supuestamente entró en el circuito de coimas tendría hoy un fuerte impacto en la economía.
Si el Gobierno dispusiera actualmente de ese dinero, por ejemplo, ya no tendría el mismo sentido el fuerte ajuste de 300.000 millones de pesos que planea la administración de Mauricio Macri para cumplir con las metas de déficit fiscal acordadas con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para el próximo año, en el que el rojo fiscal debería ser del 1,3% del PBI.
El dólar cerró el viernes a $29,7. El 10% de la inversión total del kirchnerismo en obra pública hoy sería de 320.240,2 millones de pesos. El 20% de los sobornos, en cambio, llevaría esa suma a $640.480,5 millones.
El déficit fiscal hoy asciende al 2,7% y equivale a $365.000 millones. Según la previsión oficial, el 1,3% del año que viene representaría $175.000 millones, teniendo en cuenta la inflación proyectada del 17% y el aumento previsto en las prestaciones sociales y las jubilaciones.
El exministro de Planificación Julio De Vido, junto al entonces presidente de la Cámara de la Construcción Carlos Wagner, en 2008 Fuente: Archivo - Crédito: Télam
"Resulta casi ridículo que en el cúmulo de 107.000 millones de dólares digan que hay sobreprecio o irregularidades en una sola provincia, en un solo distrito y con una sola empresa, cuando hay 24.000 empresas", había dicho Cristina Kirchner ese día a la salida de los tribunales, cuando también señaló que la inversión global desde la asunción de Kirchner se había distribuido entre obras de energía ("una parte importante", dijo), trabajos correspondientes a la vialidad y a la construcción de viviendas.
La expresidenta había pedido la nulidad de la investigación, que apuntaba al supuesto direccionamiento de la obra pública a la empresa de Lázaro Báez en Santa Cruz.
Esa misma semana, la exmandataria difundió el listado de los 50 empresarios más beneficiados por la obra pública en todo el país, entre los que el Grupo Austral, del detenido Báez, figuraba en el puesto 38, con US$1019 millones de inversión.
Distinta fue la ubicación del arrepentido Wagner, entonces titular de Esuco, que apareció en el séptimo lugar, con US$6720 millones, en un ranking liderado por Techint, Electroingeniería y la constructora Iecsa. Todas empresas involucradas en el escándalo.
En su confesión judicial, el empresario Carlos Wagner contó que el entonces ministro de Planificación Julio De Vido le dijo que la obra pública iba a ser "uno de los métodos de recaudación de dinero para los gastos políticos". "Todos sabían que yo era el amigo de [Julio] De Vido", aclaró, según reveló ayer LA NACION, para explicar su papel de intermediario. La foto muestra a Wagner y De Vido durante la convención anual de la Cámara Argentina de la Construcción en 2010.
Vuelos con dinero a Panamá
Héctor Alani, propietario del jet privado matrícula LV-NZC, manifestó en el programa de Luis Majul sus sospechas acerca de que el avión fue utilizado para llevar dinero de coimas a Panamá poco tiempo después de la muerte de Néstor Kirchner. "Tengo la sospecha total. Fue el avión que llevó la plata, no me cabe la menor duda. El avión que llevó los 50 millones de euros a Panamá", aseguró. También dijo que en ese viaje habría estado Federico Elaskar. "La descripción que hace el piloto, uno es parecido a Federico Elaskar", afirmó. Tras aquel vuelo "el avión desapareció del mapa, como si lo hubiera tragado la tierra", dijo Alani.
Un gobierno de "buenos muchachos"... siguiendo obedientemente a la marchita "...defendiendo al capital... Lamentable.
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