Por Andréa Barretto/Diálogo - El Comando Militar del Oeste realiza operaciones contra el narcotráfico y otros delitos en regiones fronterizas entre Brasil, Paraguay y Bolivia.
Vehículos con radares móviles pertenecientes a la flota de la 4.ª Brigada de Caballería Mecanizada fueron empleados durante la Operación Huracán, que concluyó la etapa técnica de pruebas de SISFRON en el primer semestre de 2018. (Foto: Marcello Casal Jr., Agencia Brasil)
Entre el 18 y el 21 de junio, unos 600 efectivos militares del Comando Militar del Oeste (CMO) fueron designados a zonas estratégicas de la frontera de Brasil con Bolivia y Paraguay, bajo la Operación Ágata de Acero II (Ágata Aço II en portugués). Durante la operación, los participantes realizaron patrullaje en carreteras y controles vehiculares, con el objetivo de evitar y descubrir delitos transfronterizos, como el tráfico de drogas y armas, comunes en esa región.
Las iniciativas se realizaron dentro de un modelo interagencial y contaron con la participación de agentes de la Policía Federal y de otros organismos de los sectores de inteligencia y seguridad. En abril de 2018 ya había tenido lugar la Operación Ágata de Acero I. Este tipo de operaciones que comienzan rápido y son más cortas deben ser más recurrentes en el segundo semestre. “Otro aspecto que hay que destacar es la intensificación de las operaciones de inteligencia gracias al potencial del Sistema Integrado de Monitoreo de Fronteras [SISFRON]”, informó el la oficina de prensa del CMO.
La estructura del SISFRON cuenta con radares fijos y móviles, equipos optrónicos (por ejemplo binoculares de visión nocturna), radios, computadoras y otros recursos de comunicación. Las herramientas se emplean a lo largo de los 650 kilómetros que separan al estado brasileño de Mato Grosso do Sul del territorio paraguayo. Dicha franja corresponde al proyecto piloto del programa de vigilancia fronteriza. La región integra el área de responsabilidad de la 4.ª Brigada de Caballería Mecanizada (4.ª Bda C Mec), una de las principales organizaciones militares del CMO, cuya sede se ubica en la ciudad de Dourados en Mato Grosso do Sul.
Prueba y práctica
Durante la Operación Ágata de Acero II se utilizaron sobre todo equipos de comunicación que forman parte del aparato de SISFRON. Los militares contaron con información recopilada por radares fijos y móviles empleados para vigilancia permanente en sectores fronterizos. La 4.ª Bda C Mec utilizó la información de los radares para la elaboración de las estrategias de operación.
Un miembro del Regimiento de Caballería Mecanizado N.º 17 pone a prueba un blindado Guarani, parte del equipamiento de SISFRON que se utilizó en ejercicios de patrullaje fronterizo durante la Operación Ágata de Acero II. (Foto: Agência Verde-Oliva, Centro de Comunicación Social del Ejército Brasileño)
“Los equipos de SISFRON se utilizan para realizar tareas de detección en el área de responsabilidad, seguir la circulación de vehículos y de personas y confirmar datos sobre determinadas instalaciones y sobre el terreno. Es decir, esos equipos sirven para aumentar nuestra capacidad de percepción y de procesamiento de información en el ámbito de la brigada”, detalló el Coronel de Caballería del Ejército Brasileño Marcelo Rocha Lima, jefe del Estado Mayor de la 4.ª Bda C Mec. Con la Operación Ágata de Acero II, la organización militar concluyó una serie de pruebas que se hacían en los elementos que componen SISFRON.
De las pruebas que se desarrollaron durante el primer semestre de 2018, el oficial destacó la Operación Huracán (Furacão en portugués). Entre los días 14 y 25 de mayo se movilizaron 850 efectivos militares de la 4.ª Bda C Mec y se pusieron en marcha todos los recursos de los que dispone SISFRON. “Fue una operación inédita, en donde se simularon distintas situaciones que pueden emplearse en la brigada en caso de guerra o no guerra”, manifestó el Cnel. Rocha Lima.
En la primera semana de la operación se realizaron simulaciones de combate para cumplir con diagnósticos técnicos. Entre otras pruebas, se realizaron pruebas de carga y de radios, además de configurarse los equipos. En los días siguientes, el enfoque se centró en los ejercicios, para lo cual los militares se dividieron en grupos, cada uno con una misión diferente. El propósito de los procedimientos no fue solo validar el uso de los recursos de SISFRON, sino también entrenar a las tropas. “En otras palabras, a los datos técnicos les agregamos situaciones de simulación de combate para verificar el empleo operativo de los equipos”, explicó el Cnel. Rocha Lima.
Por ejemplo, una de las misiones asignadas a las tropas es la de reconocimiento de zona, que llevan a cabo efectivos militares de los regimientos de Caballería Mecanizada N.º 10 y N.º 17, ambos subordinados a la 4.ª Bda C Mec. Quinientos militares recorrieron carreteras federales y locales hasta llegar a la ciudad de Laguna Carapã, en Mato Grosso do Sul. La ciudad está a 65 km de Caarapó, donde estaba el puesto de mando y a unos 380 km de Paraguay. Las tropas se desplazaron en 148 vehículos equipados con sistemas de comunicación como radios y radares. “El sistema se puso a prueba dentro de sus capacidades agregadas a la brigada, una buena oportunidad no solo para utilizar el material, sino también para entrenar a los efectivos”, afirmó el Cnel. Rocha Lima.
Expansión de SISFRON
A pesar de la limitación de recursos asignados a las Fuerzas Armadas de Brasil en los últimos años, todas las operaciones que estaban programadas para 2018 fueron ejecutadas, dijo el Cnel. Rocha Lima. En 2018, la 4.ª Bda C Mec recibió nuevos equipamientos para SISFRON y, además de haber llevado a cabo sus operaciones, corrigió el proyecto piloto del programa, a partir de las evaluaciones realizadas durante 2017.
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