¿Por qué la administración Trump vende fusiles antimaterial para francotirador a Ucrania?

WIB - Por Sebastien Roblin - Traducción Desarrollo y Defensa

Son un símbolo para Kiev. El 20 de diciembre de 2017, el Departamento de Estado de EE.UU. anunció públicamente que finalmente estaba emitiendo una licencia de exportación para que Ucrania comprara armas militares letales. El Pres. Donald Trump personalmente aprobó la medida después de que el Secretario de Estado Rex Tillerson y el Secretario de Defensa James Mattis lo informaran.

Curiosamente, la única forma específica de ayuda letal en la autorización es de $ 41,5 millones en fusiles antimateriales Barrett M107A1 calibre .50, así como en escopetas de combate, silenciadores, visores militares y supresores de destello. Esto dista mucho de los 1.200 misiles antitanque Javelin que el presidente ucraniano Petro Poroshenko solicitó.

Pero solo unos días después, el Departamento de Estado también anunció que estaba otorgando licencias por $ 48 millones de misiles Javelin, lo que equivale a 35 unidades de lanzamiento y 220 misiles. En ambos casos, la autorización de la venta no confirma necesariamente que se realizará la transferencia.

¿Por qué la administración Trump autorizó casi tantos millones de dólares para comprar fusiles de francotirador gigantes como lo hizo para los sofisticados misiles antitanque?

Hay dos explicaciones, una táctica y la otra política.

Los separatistas prorrusos consolidaron su posición a principios de 2015, capturando los puntos fuertes clave del gobierno ucraniano en el Aeropuerto Internacional de Donetsk y Debaltseve usando tanques, artillería y mercenarios suministrados por Rusia. Después, ambos lados se colocaron en posiciones defensivas. Los Acuerdos de Minks llevaron a la retirada parcial de tanques, misiles y artillería de la línea del frente.

Aunque esa línea de frente ha permanecido en gran medida estática durante dos años, hay brotes casi diarios de enfrentamientos ocasionales entre francotiradores, artillería y misiles antitanque. Estos han causado al menos 3.000 muertes en todos los bandos en este conflicto congelado, y se informa que la violencia se intensificó en la segunda mitad de 2017.

En la guerra posicional entre líneas defensivas afianzadas, los francotiradores tienen tiempo de sobra para asentarse en nidos bien escondidos y esperar a que los combatientes se expongan a un claro tiro. También pueden buscar concentraciones ocultas de tropas y pedir armas pesadas para destruirlas. Un fuego de francotirador eficaz puede inmovilizar a las tropas, fijándolas en su posición hasta que un intenso ataque de artillería llueva sobre ellas e inflija muchas bajas.

Según el Manual de guerra rusa de Nueva generación del Ejército de EE. UU. , que se basa en la observación de operaciones de combate en Ucrania, las fuerzas rusas entrenadas emplean francotiradores a mayor escala que en los ejércitos de la OTAN, incluidas las formaciones de francotiradores del tamaño de un pelotón.

A menudo, se despliegan tres líneas de francotiradores. Es probable que la línea delantera involucre a fuerzas de poder locales con asalto básico o fusiles de francotirador, mientras que mercenarios progresivamente mejor entrenados o francotiradores de las fuerzas especiales con fusiles de alta potencia forman las líneas media y trasera.

Según el manual, solo hay dos respuestas tácticas efectivas cuando se trata de un ataque de francotiradores. Ya sea que te desconectes inmediatamente cuando te encuentres bajo fuego de francotiradores para evitar que te inmovilicen, aceptando que una unidad probablemente "tomará al menos dos bajas" en el proceso, o devolver fuego preciso con armas pesadas o francotiradores propios para neutralizar al atacante.

Las fuerzas ucranianas, hasta hace poco estaban entrenados de acuerdo con la doctrina rusa, están haciendo todo lo posible para mejorar su juego de contra-francotirador, pero en su mayoría se limitan al uso de fusiles SVD Dragunov. Si bien las armas de la era soviética son ubicuas y confiables, no son ideales para disparos de largo alcance, especialmente debido a las miras telescópicas de menor calidad.

Recientemente, los francotiradores rusos han sido fotografiados utilizando fusiles de francotirador T5000, que usan la ronda Lapua .338. Debido a la fabricación de precisión y la alta potencia que genera para cada disparo, el T-5000 cuenta con un alcance efectivo de hasta 2000 metros y puede penetrar el blindaje a una distancia confiable.

Ingresa el Barrett

El M107A1 es quizás mejor conocido como el Barrett M82, la designación comercial de un rifle antimaterial calibre .50 (12,7mm) en uso con las fuerzas armadas de más de 60 países. El ejército de los EE.UU. ha estado utilizando el M82 desde 1990 en una emisión especial e incluso ha probado una variante de acción de cerrojo llamada XM107.

Sin embargo, el Ejército decidió, en cambio, adherirse a una versión semiautomática designada formalmente como M107A1 para el problema estandarizado. El M107A1 también difiere del M82 estándar en ser cinco libras más liviano con solo 28 libras descargadas, utiliza un freno de boca de titanio cilíndrica y está diseñado para usarse junto con supresores de ruido y destello.

Los enormes proyectiles BMG calibre .50 vienen con cargadores de 10 proyectiles que pesan una libra cada una, pueden disparar con precisión hasta 1,8 kilómetros de distancia y pueden penetrar 20 a 40 milímetros de blindaje dependiendo de la distancia. Al disparar, el conjunto del cañón Barret está diseñado para deslizarse hacia atrás contra un resorte para ayudar a absorber el retroceso, lo que facilita el manejo de los fusiles antitanque.

Este poder de golpe de largo alcance hace que el fusil pesado sea ideal para destruir valiosos equipos militares como antenas parabólicas, lanzadores de misiles, sensores en tanques y bloques de motores de vehículos. La penetración es incluso suficiente como para representar una amenaza para los transportes de personal blindados ligeros, o para disparar a través de obstáculos tan gruesos como una pared de ladrillos, lo que le permite eliminar enemigos detrás de la cubierta.

Para ayudar en la destrucción de objetivos de material, el Barrett también puede emplear proyectiles incendiarios Raufoss NP500 especiales que explotan después de penetrar el objetivo. La Cruz Roja ha intentado prohibir los disparos de Raufoss, sin embargo, sobre la base de que son inhumanas contra objetivos humanos

La pura energía detrás de cada bala de 12.7 por 99 mm le da al arma una precisión relativamente buena sobre la distancia -las balas experimentan menos caída- a pesar de que los puristas sostienen que no es lo suficientemente preciso como para ser un "verdadero" fusil de francotirador. De todos modos, las enormes armas se han utilizado ampliamente contra objetivos humanos a muy largo alcance, y se enumeran como las utilizadas por cinco de los 20 francotiradores de mayor alcance actualmente en el registro, con éxitos alcanzados en distancias de 1.3 a 2.8 kilómetros.

Por lo tanto, aunque las aplicaciones antimateriales del M107 seguirían siendo demandadas, la razón táctica es principalmente que se usarán para contrarrestar a los francotiradores pro-rusos que usan fusiles de largo alcance al extender el alcance de sus contrapartes ucranianas.

Las fuerzas armadas ucranianas ya habían hecho un uso limitado del Barrett. Según se informa, el gobierno de Yanukovych adquirió M82 a principios de 2010, antes de la guerra en Ucrania. Las fotos de las fuerzas ucranianas usando Barretts circularon en internet en 2015. Una milicia incluso anunció que había adquirido M82 pero se quejó de que carecía de equipo de lucha nocturna y solicitó donaciones de equipos de disparo adicionales.

¿Qué tan mala es la necesidad?

"Los ucranianos no sienten una escasez aguda de tales armas", según el comentarista Pavel Asenkov de la BBC Ucrania , y es "poco probable que alteren en gran medida el equilibrio de poder". El observador militar ucraniano Serge Marko argumenta en el mismo artículo que el M107 es demasiado grande y pesado para infiltrarse en una posición de francotirador hacia adelante, y por lo tanto, probablemente se emplee para reforzar las posiciones defensivas estáticas, un rol que las ametralladoras pesadas y los lanzadores de granadas automáticos ya pueden realizar de manera efectiva. Marko cree que los fusiles de calibre .338 de alta precisión serían mucho más útiles.

De acuerdo con The Washington Post , Trump eligió los fusiles M107 de un menú de opciones que le presentaron Tillerson y Mattis. Trump ha exhibido impulsos conflictivos con respecto a Ucrania. Él ha expresado con frecuencia su admiración por Putin, y ha estado ansioso por mejorar las relaciones con Rusia, incluyendo inicialmente la intención de reducir o eliminar las sanciones impuestas debido a la invasión de Crimea. Sin embargo, también criticó a Pres. Barack Obama por no proporcionar ayuda militar letal a Ucrania.

No obstante, la campaña electoral de Trump intervino para eliminar el pedido de que Estados Unidos liberara a Ucrania de la plataforma republicana en julio de 2016, probablemente debido a la influencia de su entonces director de campaña, Paul Manafort , que anteriormente había sido asesor del presidente prorruso de Ucrania Viktor Yanukovych.

Sin embargo, Manafort fue expulsado de la campaña de Trump en agosto de 2016, y el general amigo de Moscú Michael Flynn fue obligado a renunciar como asesor de seguridad nacional en febrero de 2017. Trump nombró dos halcones, los generales HR McMaster y Mattis, como asesor de seguridad nacional y secretario de defensa, respectivamente. En el verano de 2017, quedó claro que la influencia de los generales había vuelto a poner sobre la mesa las ventas de armas letales a Ucrania.

Sin embargo, Trump no quería "dar" armas a Ucrania como ayuda; lo veía como un medio para que los fabricantes estadounidenses hicieran una venta. Sin embargo, mientras que Kiev aceptaría con entusiasmo una donación de cientos de posiblemente los mejores misiles antitanque disponibles, no querría pagar una gran cantidad de hardware de primer nivel ya que el gobierno tiene problemas  de efectivo y requiere misiles más rentables. 

De hecho, Ucrania está intentando acelerar la fabricación de misiles Stugna ​​y Corsar antitanques más portátiles, que se pueden producir a un costo mucho menor.

Estos factores pueden explicar la extraña decisión de aprobar las licencias de exportación para pequeñas cantidades de armas. La administración Trump, siempre buscando maneras de deshacer las políticas de la era de Obama, estaba ansiosa por demostrar su voluntad de burlar la precaución de su predecesor y proporcionar armas letales a Kiev, pero no quería dar lo suficiente para cambiar seriamente el equilibrio de poder y posiblemente provocar una represalia rusa.

Sin embargo, la licencia M107 era obviamente demasiado marginal como para ser creíble, lo que puede explicar por qué unos días después de anunciar el acuerdo M107 mientras excluía a Javelin, la administración aparentemente se retractó y también emitió una licencia de Javelin -aunque se redujo a solo 35 unidades de lanzamiento.

Debido a que se le había otorgado tanta importancia simbólica a la importación de Javelins, Kiev estaba dispuesta a pagar por una pequeña cantidad de costosos misiles antitanque con la esperanza de alentar a otros países de la OTAN a proporcionar asistencia militar letal. Por ejemplo, Canadá también ha vendido armas verdes a Ucrania.

Al final, Estados Unidos ya estaba y sigue dando capacitación "gratuita" y hardware no letal -es decir, sistemas de guerra electrónica y de comunicaciones, así como radares contra las baterías- que el ejército ucraniano necesita mucho más desesperadamente, según la mayoría de los comentaristas.

Si bien la provisión de armas pesadas como el M107 llama la atención, e incluso podría decirse que tiene cierto fundamento táctico, es menos importante que las transferencias continuas destinadas a permitir que las tropas ucranianas resistan la interferencia, el pirateo y los drones rusos.

Interesante articulo. Como conclusión, se podría decir que los países deben fabricar sus propias armas básicas, para no tener que aceptar y ser los títeres del juego de las grandes potencias, para que todo siga igual...