(La Voz de Rusia) - Las Fuerzas Armadas de Rusia
incorporan a sus arsenales aviones no tripulados o 'drones' de
fabricación propia. Estos aparatos no solo son capaces de cumplir
misiones de reconocimiento, sino también atacar al enemigo.
En 2014, una nueva unidad apareció en la inteligencia
militar rusa: la compañía de operadores de aviones no tripulados. A día
de hoy, los efectivos de esta primera compañía en Siberia están poniendo
en práctica en Altái los conocimientos teóricos.
Los
aviones no tripulados de la serie Granat fabricados en Rusia pesan
varios kilogramos. Son transportados en maletas pequeñas. El
revestimiento de la aeronave es de kevlar cubierto de resina epoxi,
gracias a lo cual el aparato es invisible a los radares.
El drone
es impulsado por un motor eléctrico silencioso y casi no produce ruido
cuando está en vuelo. El equipo especial del que está dotado la aeronave
desempeña una importancia especial. Es tan caro y sofisticado que el
precio de este avión pequeño es equiparable con el de unos cincuenta
coches de clase media.
El aparato tiene un radio de
acción de diez kilómetros y dispone de una autonomía de vuelo de hasta
una hora. El despegue está permitido con temperaturas desde -30 Cº hasta
+40 Cº. En media hora de vuelo en la retaguardia enemiga estos drones
pequeños pueden recoger más información, que un pelotón de agentes de
inteligencia durante un día entero, afirma el comandante de la compañía
de aviones no tripulados, Dmitri Ivanov:
—Descubrimos muchas más capacidades de las que esperábamos. Estos aparatos están justificados al 100 %.
Los drones
se lanzan desde cualquier lugar. No necesitan una pista de despegue. Es
casi imposible localizar el aparato con la ayuda de binoculares ni del
visor de una cámara. Es como un ave pequeña que planea en el cielo fuera
del alcance del ojo humano. En la mayoría de los casos, el enemigo ni
siquiera sospecha que está bajo observación.
A día de hoy, la compañía de aviones no tripulados tiene en sus arsenales tres modelos distintos de drones.
Mientras, nuevos aparatos más avanzados deben incorporarse en breve al
ejército ruso dotados del motor de combustión interna. Estos drones
más potentes podrán llevar a bordo varios tipos de armamento. En este
caso, se podrá no solo localizar al enemigo, sino también aniquilarlo de
inmediato.
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