El proceso de preparación de un acuerdo
de licencia de producción ya está en marcha y en breve se formularán las
respectivas condiciones de la transferencia de tecnología. Los
lanzadores de Igla-S están destinados a combatir blancos aéreos, siendo
muy eficaces contra aviones de combate subsónicos y helicópteros.
Varios sistemas Igla-S fueron vendidos a Brasil en el transcurso de casi 20 años y durante este periodo nunca se reportó que este armamento hubiera caído en manos extrañas. Rusia observa su propio protocolo de ventas, todos los clientes deben firmar un acuerdo que estipula que los representantes rusos pueden, prácticamente sin previo aviso, llegar a inspeccionar los lugares de almacenamiento de armas para garantizar que los sistemas sigan siendo controlados por el gobierno y que son de uso exclusivo de las fuerzas armadas.
Además de la producción local bajo licencia de los Igla-S, será examinada la posibilidad de construir en Brasil los sistemas de misiles antiaéreos Pantsir, lo cual depende de la cantidad de dispositivos que Brasil adquiera, debiendo superar los 25 para justificar la apertura de una planta.
Varios sistemas Igla-S fueron vendidos a Brasil en el transcurso de casi 20 años y durante este periodo nunca se reportó que este armamento hubiera caído en manos extrañas. Rusia observa su propio protocolo de ventas, todos los clientes deben firmar un acuerdo que estipula que los representantes rusos pueden, prácticamente sin previo aviso, llegar a inspeccionar los lugares de almacenamiento de armas para garantizar que los sistemas sigan siendo controlados por el gobierno y que son de uso exclusivo de las fuerzas armadas.
Además de la producción local bajo licencia de los Igla-S, será examinada la posibilidad de construir en Brasil los sistemas de misiles antiaéreos Pantsir, lo cual depende de la cantidad de dispositivos que Brasil adquiera, debiendo superar los 25 para justificar la apertura de una planta.
Respecto al Igla, Brasil es usuario
tanto del SA-18(Ejército), cuyas primeras unidades incorporó en 1995,
como del SA-24 (Ejército y Fuerza Aérea en sus Grupos de Artillería
Antiaérea de Autodefensa, junto al entrenador 9F663 y el Simulador
9F859 KONUS), adquiridos los primeros ejemplares de esta serie en 2004,
por una cantidad que ronda los 250.
Meses atrás se firmó un acuerdo para
recibir 3 sistemas Pantsir y dos baterías de misiles Igla. Además
,antes Brasil adquirió misiles antitanque 9M114 "Storm" y algunos lanzacohetes RPG 29/32, cuya licencia habría tramitado Avibrás. (Javier Bonilla)
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