Por Ariel González Mouls - Carin.com
En Francia, la marca presentó el John Cooper Works GP, que con 218 CV es la versión más potente en su historia. Miralo en detalle y en acción en la pista. Más de 240 km/h de máxima.
Desde su relanzamiento allá por 2001 bajo la órbita de BMW, propietaria de la marca, MINI suele no dejar demasiados "Ni": parece diseñar para que la amen o la odien. Fierros con carácter, que hay que saber llevar en todos los sentidos. En el Salón del Automóvil de París, la marca presentó globalmente su nueva estrella, su creación más potente y veloz: el John Cooper Works GP, que empujado por sus 218 caballos de fuerza logró dar una vuelta al mítico circuito largo de Nordschleife (Alemania) en apenas 8 minutos y 23 segundos.Se trata de una edición limitada. Sólo unas dos mil unidades saldrán a la calle en condiciones de dar la vuelta al famoso "Infierno verde" alemán en ese tiempo, algo propio de deportivos de mayor tamaño. Pero MINI ya se acostumbró a entregar la lógica de "algo bueno, en frasco chico". Con un motor turbo de cuatro cilindros y 1.6 litros, el John Cooper Works GP alcanza una máxima de 242 km/h y acelera de 0 a 100 km/h en 6,3 segundos.
Las prestaciones están apuntaladas en varios aspectos. Uno, el peso: sólo 1.160 kilos. Luego, la aerodinamia, con un kit específico para el modelo, y –una novedad para la marca- las suspensiones regulables. El John Cooper Works GP, que calza cubiertas 215/40 y llantas de 17 pulgadas, puede bajar su altura unos 20mm para adaptarse mejor a condiciones de circuito. Los frenos también son propios del modelo, que además no trae asiento trasero, lo que habla de su carácter "racing" y de la búsqueda de reducir peso de donde sea posible. Con el exclusivo color Thunder Grey metalizado, saldrá a la venta en el Viejo Continente a 41.700 euros.
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