Los departamentos que se construyan en ese predio podrían costar tanto como los de Puerto Madero
(Diario Clarín) - A pocos metros de la entrada a la Isla Demarchi, en la Costanera Sur, un gran cartel de fondo negro que pende de un edificio centenario, dice: “Vías Navegables-Puerto-Industria Naval o Negociado Inmobiliario?” El texto remite al conflicto que se suscitó con quienes trabajan a diario en ese lugar, en el dragado y balizamiento del puerto de Buenos Aires tras el decreto del Gobierno que promueve allí la instalación de un Polo Audiovisual, que incluirá un proyecto de oficinas, centro comercial y viviendas. Un negocio inmobiliario que, solo calculando la tierra, involucra unos 145 millones de dólares .
Hoy, esos terrenos a pocas cuadras de Puerto Madero, que abarcan una superficie de 120 mil metros cuadrados, pertenecen a la ANSeS, el organismo previsional que llamó a licitación para que los desarrolladores privados diseñen y financien las obras.
Los interesados pueden presentar sus respectivos proyectos hasta el 20 de noviembre y deberán incluir un plan de inversiones y un esquema asociativo con la sociedad anónima conformada por la ANSeS, que dirige Diego Bossio y la Secretaria de Comunicación Pública de Alfredo Scoccimarro.
Es difícil cuantificar la dimensión del negocio inmobiliario y son pocos los especialistas del sector que se animan a hacer estimaciones. “Si la construcción en esa zona se integra al microclima de Puerto Madero, el precio de la tierra y también el de edificación podría ser similar o un 20% inferior a los valores actuales de ese barrio”, explicó un agente inmobiliario de la zona. “Es difícil calcular el valor porque son proyectos altamente dependientes de la infraestructura”, explicó.
Sin embargo, un ejercicio bastante conservador, teniendo en cuenta que la isla tiene una superficie de 60 mil metros cuadrados edificables por un Valor de Ocupación (FOT) medio de 3 (seguramente será mayor), multiplicado por un precio estimado en US$ 800 el m2, arrojaría un valor total de la zona cercano a los 150 millones de dólares . A esto habría que sumarle las inversiones requeridas para la construcción de los edificios y viviendas, que se agregarán a los espacios específicos del Polo Audiovisual. Los especialistas estiman que las unidades podrían venderse a razón de entre US$ 3.000 y 5.000 el metro.
A medida que los inversores se vayan sumando al proyecto y aporten su capital para realizar las obras, la participación accionaria de la ANSeS en esa sociedad anónima que creó para el desarrollo irá disminuyendo hasta que el paquete mayoritario quede en manos de los inversores.
La presidenta Cristina Kirchner mencionó hace más de un mes que el Gobierno invitó a participar a las empresas IRSA, de la familia Elsztain y a Consultatio, de Eduardo Constantini, el desarrollador de Nordelta. Desde IRSA, señalaron: “Hemos tomado conocimiento del contenido de los pliegos la semana pasada a través de la presentación pública de los mismos. Inmediatamente fueron girados internamente al área de Desarrollo de la empresa que está evaluando la oportunidad de presentar una propuesta”. Y agregaron que “todavía es muy prematuro adelantar una conclusión”. IRSA, tiene próximo a la Isla Demarchi, un proyecto propio en lo que era la Ciudad Deportiva de La Boca.
La convocatoria oficial es catalogada por el personal del gremio de Dragado y Balizamiento, que lidera el moyanista Juan Carlos Schmidt, como “un negocio millonario que no tiene en cuenta un plan alternativo para reubicar a los trabajadores de la Dirección de Construcciones Portuarias y Vías Navegables”, aunque los funcionarios advirtieron que serán “reubicados en otras dependencias públicas”. Para el diputado de Proyecto Sur, Pino Solanas, la iniciativa oficial “es un negociado en una zona estratégica que debería reservarse para el desarrollo de la industria naval”.
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