Por Ricardo Roa - Diario Clarín
No es una fragata cualquiera sino, como todos sabemos, el buque insignia
de la Armada Argentina. Y esa insignia ha sido confiscada por primera
vez y muy lejos de casa, al otro lado del mundo, en las costas de Ghana.
Es tan serio el problema que el Gobierno se prepara para una larga estadía. Y ordenó comenzar a evacuar a los más de 300 tripulantes, entre oficiales, suboficiales y guardiamarinas que comparten con graduados uruguayos y chilenos y un puñado de invitados el tradicional viaje anual de instrucción. Empezará con mozos, cadetes y músicos. Algo así como al revés que en el Titanic.
Tardíamente, fueron enviados el vicecanciller y el viceministro de Defensa. A los dos ministerios, pero sobre todo al de Relaciones Exteriores, les cabe el error de no haber previsto el bochorno : diagramaron el itinerario sin tener en cuenta el riesgo que implicaba la escala en Ghana.
Se dice que el área Africa de la Cancillería había advertido del peligro pero nadie atendió la alarma. Para el kirchnerismo, la falta de profesionalismo en la gestión es un valor infinitamente menor al de la obsecuencia.
Ghana fue el primer país del Africa negra al que llegaron los europeos y también el primero en independizarse de Gran Bretaña. Desde los años 90 tiene una democracia estable y una economía fuerte: es uno de los más prósperos y de mejores instituciones de la región. Por eso no es casual que haya aceptado el reclamo de la Justicia norteamericana.
Este es uno de los problemas que tiene la Argentina: la influencia británica y, en consecuencia, la de Estados Unidos. Otro, la falta de presencia: no sólo no tenemos embajador en Ghana sino que la sede diplomática que lo atiende desde Nigeria se encarga, a la vez, de un batallón de países concurrentes. La Argentina tiene relaciones activas con los Estados del norte de Africa y con Sudáfrica: en el medio, hay un vacío casi total. Esa es nuestra política exterior.
Encima, andamos a los tumbos con las naciones del centro europeo que pesan allí y nos podrían dar una mano. Además de los bonistas, estamos en default con el Club de París, fuimos acusados por la Unión Europea ante la Organización Mundial del Comercio y el FMI nos tiene en la mira por adulterar las estadísticas .
Así estamos, con muy pocos amigos y aislados. En el Gobierno están rompiéndose la cabeza para encontrar un culpable por lo de Ghana, sin darse cuenta que lo tienen ahí nomás: son ellos mismos.
En resumen, quien siembra vientos...
ResponderEliminar¡Que verguenza! Ver nuetra Fragata Libertad en ésta situación es realmente vergonzoso. Las deudas se pagan, no podemos ser los "piolas" que viven de arriba.El Mundo tiene sus reglas y hay que acatarlas. Hasta un país africano como Ghana se da el lujo de detenernos para embargar y forzar el pago de la deuda. Ojo con los aviones de Aerolineas, les puede pasar algo parecido.Un cordial saludo y ojalá se solucione este entuerto.
ResponderEliminarFavor corrigir-me se eu estiver errado, mas a Presidência da Argentina não usou certa época um avião fretado da Aerolineas Argentinas, justamente para evitar o constrangimento de ter o avião presidencial apreendido em viagens oficiais?
ResponderEliminarAlém do que se o buque insignia da Argentina estava visitando NAÇÕES AMIGAS, por que parar em um porto de um pais que a ARGENTINA NÃO POSSUI EMBAIXADA?
Boa Sorte amigos!
Es posible que cuando usaron esos aviones de Aerolineas a la empresa no se la había re-nacionalizado todavía y pertenecia a los españoles Marsans. Un saludo
EliminarGrato pela informação Homero, sim creio que isso o ocorreu antes que as Aerolineas Argentinas fossem re-nacionalizadas.
EliminarNa minha opinião ocorreu um erro de mandar a fragata aportar em um pais que a Argentina não possui embaixada e esta sob influencia direta dos ingleses e dos EEUU, mas duvido muito que eles teriam culhões de fazer isso se fosse um Meko360 que possui armamento suficiente para repelir qualquer ataque e destruir completamente aquele porto.
Independente de qualquer problema comercial deve-se respeitar uma navio da marinha de guerra.
Abraços.