El canciller de Chile, Alfredo Moreno, en entrevista exclusiva con ámbito.com, aseguró el viernes que el gobierno de Sebastián Piñera estaba haciendo todo lo posible para encontrarle una salida a la situación de
"Estamos haciendo todos los esfuerzos para ayudar no
sólo en el problema de Argentina (con Ghana) sino también a nuestros cadetes,
que forman parte de la tripulación de la Libertad , están bajo el mando de un capitán
argentino y por eso están sujetos a lo que decidan las autoridades
argentinas", dijo en un tramo de un reportaje concedido a ámbito.com en el
piso 15 de la cancillería trasandina, que será publicado en su totalidad en la
edición del lunes. Agregó Moreno que "además de realizar gestiones ante el
gobierno de Ghana para expresar nuestra preocupación por esta situación, al
mismo tiempo hemos desplazado hacia allí a un delegado de nuestra Armada y a un
funcionario consular para que atiendan las necesidades de nuestros
cadetes".
¿Su gobierno baraja la posibilidad de "rescatar" a
los cadetes chilenos y traerlos de regreso a su país? "Todo lo que hagamos
va a estar en conexión y en acuerdo con las autoridades argentinas", fue
la respuesta, prudente, del ministro de RR.EE. a este diario.
Sin embargo, en Santiago, en la tarde del viernes arreciaban
los rumores sobre el "rotundo fracaso" de la gestión del viceministro
de Defensa Alfredo Forti y del vicecanciller Eduardo Zuain ante las autoridades
en Ghana, y se insistía con firmeza en la ejecución de un Plan B: una
"masiva vuelta a casa" de la casi totalidad de la tripulación de la Libertad (que incluye,
además de los argentinos y chilenos, a marineros enrolados de Uruguay,
Paraguay, Bolivia, Venezuela, Brasil, Perú y Sudáfrica). En círculos tanto
diplomáticos como militares se aseguraba que ya se estaba trabajando en dejar a
bordo de la Libertad
a una delegación argentina reducida a su mínima expresión, para ahorrar costos
y a la vez cuidar la fragata.
La versión obedecería, según decían en Santiago, a la
presión interpuesta por los "otros países" (en representación de sus
cadetes) ante la cancillería argentina. Sin ir más lejos, el jueves 18 había
sido el subsecretario de Defensa de Chile, Oscar Izurieta, quien
"apuró" los tiempos, dando un plazo de 48 horas (hasta el sábado)
para tomar una decisión respecto de los guardiamarinas chilenos. "Si esto
se prolonga demasiado en el tiempo es probable que tengamos que traerlos",
había dicho ese día al diario La
Segunda.
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