Por Nora Sánchez - Diario Clarín
Fue adquirido por la UBA. La inauguración será el martes. Había cerrado en 2008.
Desde los años 60, fue el cine donde pasaban las películas soviéticas. Más adelante cerró y fue templo evangélico y discoteca. Reabrió para dedicarse al cine arte, hasta que a fines de 2008 sus proyectores se apagaron. Pero no para siempre: el martes, a las 18, reabre el Cine Cosmos, que ahora será el Cosmos UBA, porque fue comprado por la Universidad de Buenos Aires para dedicarlo al cine independiente.
Hace un año, la UBA adquirió el edificio art-decó de Corrientes 2046, vecino del Centro Cultural Ricardo Rojas, por US$ 2,5 millones. La historia del lugar se remonta a 1929, cuando inauguraron el cine teatro Cataluña, con 1.200 localidades. En esa sala dio sus primeros pasos Clemente Lococo, más tarde dueño del Opera.
En 1955, Isaac Argentino Vainikoff compró al Cataluña para exhibir las películas de su distribuidora de cine soviético Artkino . El empresario tenía una larga historia de peleas con los censores, que no querían “propaganda comunista”. Al tiempo, Vainikoff cerró el cine para renovarlo y reabrirlo el 30 de agosto de 1966. Lo llamó Cosmos 70, porque tenía un proyector de 70 milímetros . Pronto tuvo su primer traspié, cuando el gobierno de Onganía ordenó que les secuestraran la película checa Los amores de una rubia , de Milos Forman.
El primer gran éxito del cine fue otro filme checo, La tienda de la calle mayor , de Ján Kadár y Elmar Klos, que estuvo 23 semanas en cartel. Otro hito fue cuando, durante la presidencia de facto de Videla, fueron autorizados a pasar durante sólo un día El acorazado Potemkin , de Sergei Eisenstein. Fueron 6.000 personas a verla y, con el tiempo, la repusieron y estuvo meses en cartel. Después de todo, era la película favorita del almirante Rojas, que iba al Cosmos para ver filmes de ballet.
Milagrosamente, el cine sobrevivió a la dictadura, pero en 1987, después de proyectar Solaris , de Tarkovsky, cerró por diez años. Fue entonces que lo ocuparon el Pastor Giménez primero y la discoteca Halley después . Isaac Vainikoff y su hijo Luis lo reabrieron en 1997, en el antiguo pullman del primer piso. Con la baja en los espectadores, el Cosmos cerró en 2008. “Cuando lo compró la universidad tenía pérdidas de agua, faltaba el techo, y las salas estaban muy deterioradas –cuenta Oscar García, secretario de Extensión Universitaria de la UBA–. Lo arreglamos manteniendo su estilo de los 70 . También revela que en un oficina hallaron antiguos fotogramas de películas soviéticas y carpetas escritas en ruso. “Parecía una dependencia de la KGB”, bromea.
El martes, el cine renacerá como Cosmos UBA. En honor a su pasado, la sala principal, para 144 espectadores, se llamará “Eisenstein”. Para la reapertura, allí proyectarán “La guerra de un solo hombre”, de Edgardo Cozarinsky. La otra sala, de 30 butacas, fue bautizada “Cataluña”. “Desde 2011, el cine volverá a ser una sala del BAFICI”, dice García. El programador será el escritor Juan José Becerra: “La idea es armar una oferta de cine independiente, sobre todo de películas latinoamericanas que no tuvieron pantalla –explica– Para el invierno vamos a dar un ciclo de cine arte infantil. Nos interesa el público joven”.
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jueves, 4 de noviembre de 2010
Reabre el mítico cine Cosmos, un símbolo cultural porteño
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