El Gobierno Nacional rescata el patio de maniobras de la Aduana Taylor. Ubicado detrás de la Casa Rosada, es el lugar donde se erigió el antiguo Fuerte de Buenos Aires. La iniciativa lo transformará en una sala de exhibición de arte.
Como una vena abierta, la zanja muestra el sanguíneo jugo de nuestra identidad. De lo profundo emerge la historia desenterrada. Ahí, en el lugar de lo que supo ser el patio de maniobras de la Aduana Nueva, conocida por el nombre de su proyectista (el arquitecto ingles Edward Taylor), se destina un espacio para exhibir el mural "Ejercicio plástico" de David Alfaro Siqueiros, declarado bien de interés histórico-artístico nacional.
Fuerte, Aduana y Casa de Gobierno confluirán topográficamente con el Parque y Centro Cultural del Bicentenario, hoy en ejecución. "La exhumación en los años ´80 de lo que fuera el patio de maniobras de la Aduana constituyó un primer paso en la revalorización histórica y arqueológica del sitio, aunque resultó un proyecto inconcluso", analizan desde el estudio de arquitectura B4FS, ganadores del concurso para realizar el proyecto. Las galerías abovedadas de ladrillos habían quedado sepultadas con la construcción de Puerto Madero.
El proyecto de restauración, consolidación y nueva intervención de la Aduana Taylor propone recuperar el sitio, transformándolo en un museo contemporáneo. La función principal es resguardar y exhibir la pintura que el muralista mexicano David Alfaro Siqueiros realizó en 1933 en la Argentina junto a Lino Spilimbergo, Juan Carlos Castagnino, Antonio Berni y el escenógrafo uruguayo Enrique Lázaro.
La recuperación material y simbólica es el núcleo de la propuesta arquitectónica, que se ocupó de consolidar, conservar y restaurar todos los componentes originales a partir de los documentos encontrados y las consultas con especialistas internacionales. Además, plantea la necesidad de adaptar tecnológica y técnicamente la obra.
La transformación del antiguo patio de maniobras en la sala que expondrá el mural incluyó trabajos para consolidar los arcos, bóvedas y pilares truncos de la antigua edificación que se encontraban en riesgo estructural, la restauración de las galerías y una serie de de obras relacionadas con la accesibilidad y conectividad del lugar desde la vereda y con los demás espacios. Lo que primero fuera Fuerte y luego Aduana, ahora formará parte del Museo de la Casa Rosada.
También se revirtió el estado de humidificación que provocaba la degradación físico química de los materiales y se recuperó la mampostería con procedimientos de limpieza acordes con la fragilidad de cada elemento.
En cuanto a la obra nueva, que tendrá una superficie de 1800 metros cuadrados, propone una cubierta vidriada que cubra y, a la vez, proteja el nuevo espacio del museo, aportándole también luz natural. Así la obra queda literal y conceptualmente a la intemperie. Las galerías abovedadas subterráneas, en cuya cabecera sur se encuentran los restos del antiguo Castillo de San Miguel, están conformadas por una sucesión de 18 bóvedas de ladrillo que miden 4.80 metros de altura y cubren una superficie de algo más de 1000 metros cuadrados. Allí se realizarán exposiciones permanentes. La conexión con la Casa Rosada se da por los extremos.
El nuevo Museo de la Casa de Gobierno integra los espacios preexistentes con los nuevos. Por otro lado, la obra prevé el crecimiento de las visitas con la incorporación de las nuevas funciones pero, sobre todo, de la pintura de Siqueiros. L.O
Fuente: Cronista.com
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