Los acuerdos bilaterales suscritos entre Londres y París se extienden a tres capítulos fundamentales. En primer lugar ambos países han apostado por compatibilizar el portaaviones francés Charles de Gaulle y su par británico, aún en construcción, de manera que pueda ser operativo por las fuerzas aéreas de las dos naciones.
De esta forma los buques podrán portar aviones de combate de cualquiera de los dos países y se garantizan mutuamente un portaaviones permanentemente operativo. En el capítulo de armamento nuclear, se ha llegado a acuerdos de cooperación en investigación nuclear, que afectan a la creación de laboratorios para el desarrollo de cabezas nucleares y centros de simulación de explosiones, si bien en lo que afecta a los respectivos programas nucleares seguirán siendo independientes. Por último, se articulará una Fuerza Expedicionaria Combinada Conjunta, del tamaño de una brigada, a la que cada uno aportará unos 5.000 soldados, dotada de apoyo aéreo y naval, dispuesta para operaciones de la UE, la OTAN, la ONU o las acordadas bilateralmente. Bien es cierto que no tendrá carácter permanente y que será operativa sólo cuando se la requiera.
Este tratado de colaboración en materia de defensa y seguridad, suscrito a pocos días del tijeretazo hecho público por el Ministerio de Defensa británico a los presupuestos de Defensa de 2011, ha sido vendido como medio para ahorrar costes y esfuerzos sin mermar fuerza. El objetivo último es sentar las bases de un proyecto común destinado a la más que nunca necesaria optimización del gasto militar que, lejos aún de poder materializarse a nivel europeo, encontrará en este pacto bilateral sus primeros pasos.
El pacto firmado por Sarkozy y Cameron, cuyo gasto conjunto representa el 55 por ciento del total destinado a Defensa en Europa, abre la puerta a una extensa cooperación militar entre los únicos dos países europeos que poseen armas nucleares, reviviendo la doctrina de la entente cordiale de principios de siglo pero con el indudable factor del ahorro económico como gran fuerza motora.
Fuente: Defensa.com
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miércoles, 3 de noviembre de 2010
Londres y París sellan un gran pacto de Defensa: portaaviones compatibles, colaboración nuclear y fuerza militar conjunta
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